La población marinera de Cambrils, en la Costa Daurada, al sur de Catalunya, celebra cada final de invierno las jornadas gastronómicas de la galera. Este año, debido a la pandemia, esta celebración se ha cancelado. Hasta ahora, han sido dieciséis las ediciones de este evento que incluye varias actividades programadas como por ejemplo una visita a las instalaciones de la Cofradía de Pescadores de Cambrils para conocer el arte de pescar galeras y ver el recorrido que realizan desde las barcas a la lonja. Uno de los actos estrella es la galerada popular, una degustación de la receta de fideos con galeras que se acompaña de los menús temáticos que realizan muchos restaurantes de la localidad.
Según la Real Academia Española se define la galera como “cada uno de los crustáceos adultos del orden de los estomatópodos”, que a su vez son descritos como “dicho de un crustáceo: marino, con un caparazón aplanado que deja sin cubrir los tres últimos segmentos torácicos, a los que sigue un abdomen ancho y bien desarrollado, con las extremidades del segundo par dispuestas para la prensión y parecidas a las patas anteriores de la santateresa, y que es zoófago, abundante en el Mediterráneo y menos frecuente en los mares del norte; p. ej., la galera”. La galera, o squilla mantis, es cada vez más apreciada por sus usos culinarios y su valor gastronómico.
La galera, igual que la mayoría de productos de la mar, tiene un componente estacional que significa que en las costas catalanas se encuentren principalmente durante los meses de invierno. Aunque la galera se ha utilizado tradicionalmente para dar fondo a los caldos, los menús actuales la integran como protagonista y las galeras se cocinan en platos muy diversos. Las básicas pero ricas galeras a la plancha, al horno o salteadas, la crema, los canelones o las croquetas de galeras. Así mismo, el arroz y fideuá con galeras, que habitualmente se combinan con alcachofas, que son otro producto que coincide en la misma temporada que las galeras. De hecho, el arroz meloso de galeras y alcachofas es uno de los platos más recurrentes en los restaurantes de la localidad.
Además de los restaurantes, ver las paradas de los mercados municipales y en específico las pescaderías es explorar la disponibilidad de los productos de la mar. Productos que varían en función de la época del año. Es hablar con las personas responsables de los establecimientos, algunas de ellas vinculadas con el oficio marinero desde hace varias generaciones. Es descubrir los distintos procesos de la cadena de valor del pescado y el marisco, desde la pesca del mismo hasta la cocina de las casas o los restaurantes. En definitiva, es un paseo por toda la diversidad de especies que llegan directamente de las barcas a la lonja y después a la clientela.