Sylvia Puentes de Oyenard (Tacuarembó, 1943) es escritora y médica . Se dedicó fundamentalmente a la literatura para niños.
Un sabor de la infancia
Pan con manteca casera, salada, hecha por mamá y traída de la cabaña de mi padre.
Una manía confesable
Aparte de la lectura, la ópera.
Un amuleto
Mi fe, el rosario no puede faltar.
El último libro que leí
La historia de Genji de Murasaki Shikibu.
Una película que me marcó
Anna Frank.
Algo que evito
Lo que no aporta al crecimiento espiritual.
Si pudiera volver a empezar sería
La misma, mejorada.
Un lugar para vivir
Montevideo.
Un lugar para volver
Praga.
Una materia pendiente
Hablar con fluidez varios idiomas.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Conocer a la escritora costarricense Lilia Ramos Valverde.
El escritor definitivo
Muchos, ineludible: Octavio Paz.
Algo que jamás usaría
Una hoja de parra.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Algo que sentí como una emboscada.
El lugar más feo del mundo
El que carece de libertad.
Una rutina placentera
Investigar, con mi nieta o a solas.
Me aburre
La vanidad.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
El té con varios aditamentos en los talleres de Alapalabra.
Una canción que aún me conmueve
De poncho blanco, pues mi bisabuelo fue comandante del ejército revolucionario.
Un restaurante que nunca falla
La cocina de mi hijo.
Algo que cambiaría si pudiera
La doble miseria del ser humano
El valor humano que más admiro
Batallar contra las circunstancias, aún sabiendo que pueden vencerte.
Una última palabra
Gracias.