Lavecchia en tu cocina | Alva Sueiras

Ph: Alexis Noquet

Llegas a casa y aflojas, te pones cómodo y bajas revoluciones. Eliges esa música que te hace tanto bien y prendes la estufa de leña. Con los mofletes aún calientes por la proximidad del fuego, descorchas ese vino que supo esperarte con santa paciencia. Al segundo sorbo envolvente ya has olvidado los problemas de la oficina. Sobre la mesada reposa una caja misteriosa rodeada por una cinta que sujeta una tarjeta que contiene una única frase impresa: «Lavecchia to play».

Tenías ganas de cenar algo especial pero no te daban los tiempos ni la paciencia, y tampoco tenías demasiadas ganas de salir. Escuchaste que Martín Lavecchia andaba rumiando una nueva propuesta gastronómica y no lo dudaste, había que probar de que se trataba. Abres la caja -que el propio Lavecchia te entregó en mano-, y sobre una multitud de bolsitas y recipientes numerados, encuentras un tríptico en cuya portada aparece, algo desdibujada, la rueda que ilustra la Enciclopedia de los Sabores de Nike Segnit, un libro imprescindible para cocinillas y cocineros. Al abrir las dos solapas que encierran el escrito, tropiezas con una frase del emblemático chef donostiarra Andoni L. Aduriz: “Comer es sensorial. Se trata de interpretar la información que tus sentidos te dan”. La lees y algo en tu interior constata: -esto es muy, pero muy Lavecchia-.

Con el tríptico extendido lees detenidamente las instrucciones y entiendes que es un juego a cuatro manos en el que el chef te permite ultimar y decorar los platos.  El cuidado en el emplatado, como ejercicio de auto mimo o agasajo, engloba el contraste entre texturas, el juego del color en la elección de la vajilla, la disposición de preparaciones y el volumen en el armado. A sabiendas de que la presentación no te quedará como al autor del cocinado, te animas y te entregas al juego. 

Ph: Alexis Noquet

La caja -cuyo contenido varía cada semana-, encierra la mise en place o puesta a punto para el servicio de cada plato tal y como se prepararía en un restaurante a la carta pero en versión personalizada. Solo tienes que seguir las instrucciones paso a paso y darle rienda suelta a tu creatividad en el momento del emplatado. El kit del chef consta de un plato principal, un postre y un petit four -o mini bocadito dulce que cierra, junto al café, una cena o un almuerzo de altos vuelos-.

Tuviste suerte y fuiste de los primeros en participar en la semana piloto de «Lavecchia to play». Los canelones de ave, cerdo, vaca y verdura lucían espléndidos. Solo tuviste que agregarles la suave bechamel cortando el pico de la bolsa plástica inventando una suerte de manga pastelera y luego el queso rallado. Después de hornearlo agregaste el crumble crocante y dibujaste una lágrima de coulis de morrón en el plato verde elegido para hacer contraste. Ahí te salió la vena artística. Bueno, se te fue un poco la mano, pero limpiaste con una servilleta para que no se notara y quedó fenomenal (o al menos eso te pareció). Sobre los canelones, pusiste los chips de boniato aportando volúmen y textura y unos micro greens para cerrar algunos bocados con un toque de frescor. Ole tú. 

Para el postre elegiste un cuenco blanco regando el fondo con la crema de mandarina y espolvoreaste el azúcar de pomelo. Luego dispersaste los dados de gelatina con fingida despreocupación y agregaste los trozos de un delicioso merengue de jengibre. Ahí te confundiste y le metiste el petit four a un ladito por error, pero tu consorte no se dio cuenta y el asunto no fue a mayores. Tranquilo, que como dice mi amiga Laura, tu secreto no saldrá de Latinoamérica.

Ph: Alexis Noquet

La semana avanza y recién recibes la propuesta de Martín para esta semana: carrillera de ternera con cremoso de papa y vainilla, aceite de perejil, demi-glace y cristales de papa. Acompaña un pan brioche y de postre, un bizcocho especiado con mousse de chocolate blanco y cardamomo, dulce de zapallo y chips de coco. De petit four prometen, nuevamente, macarons. Te animas sabiendo que esta vez no le meterás el macaron al bizcochito y empiezas a soñar con la carrillera regada con la deliciosa demi-glace. Para esta ocasión eliges por adelantado una vajilla blanca que destaque la untuosa tonalidad del indiscutible protagonista del plato principal. Sin dudarlo ni un segundo, levantas el teléfono y reservas tu plato porque sabes que en cuanto se enteren los otros, el número limitado de cajitas va a volar. 

«Lavecchia to play»
Pedidos (con mínimo 24 hs de anticipación): 098 533 860 / martin@martinlavecchia.com / IG: @lavecchiamartin
Entregas jueves y viernes (en horario a coordinar)
Box individual: $ 870
Box para dos: $ 1740
Incluye: plato principal, pan, postre, petit four y manual de instrucciones con técnicas de empatado y maridaje