
Martín Lavecchia (Montevideo, 1976). Nació en Montevideo, en Millán y Lecocq. A los 23 años partió a Barcelona para aprender y crecer en la cocina donde pasó casi una década trabajando en los mejores restaurantes. En cierto punto decidió que era tiempo de volver y poder transmitir todo ese aprendizaje. Así comenzó FOC, un proyecto que le serviría para poder generar su propia impronta. Hace mas de un año que decidió finalizar ese proyecto para renovarse y seguir creciendo en lo profesional, tomando el tiempo necesario para volver a crear.
Un sabor de la infancia
Sin dudas el dulce de leche, en especial los cubitos de dulce de leche que me traía mi padre que trabajaba en Conaprole… eran infaltables en casa.
Una manía confesable
Es casi una necesidad, limpiar todo con franelas amarillas, las tengo por todos lados, en la cocina, en casa y hasta en el auto.
Un amuleto
No tengo ninguno.
El último libro que leí
Empieza con el porqué, de Simon Sinek.
Una película que me marcó
La noche de los lápices fue una película de mi adolescencia que me llegó un montón, creo que todo el que la vio no quedó indiferente.
Algo que evito
Los conflictos, intento siempre mediar de la mejor manera.
Si pudiera volver a empezar sería
Cocinero.
Un lugar para vivir
Cualquier lugar que tenga una playa cercana.
Un lugar para volver
Andalucía, lo tiene todo, buena comida, las playas, los tablados y los amigos.
Una materia pendiente
Inglés, ¡Aunque esta en los planes!
Un acontecimiento que cambió mi vida
Las Petxinas, en Barcelona, el primer restaurante en el que trabajé, sin duda me abrió la cabeza y me fogueó como cocinero.
El escritor definitivo
Eduardo Galeano.
Algo que jamás usaría
Nada que tenga piel de serpiente (aunque sea sintética) no me gusta en absoluto.
La última vez que pensé «tierra, trágame»
Fue bastante incómodo, le pregunté a un conocido por su mujer, quien había muerto recientemente…. no sabía donde meterme.
El lugar más feo del mundo
La cárcel. Una vez visité a un amigo de adolescente y me pareció el lugar mas escalofriante que vi.
Una rutina placentera
El café por las mañanas con mi pareja y después hacer deporte.
Me aburre
Las peleas tontas, cuando te preguntas ¿por qué estoy discutiendo por esto? Es un lugar de donde intento escapar rápido porque me parece sin sentido.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
No frecuento nada en particular sino que disfruto de cocinar en casa muy variado, todos los días se come bien. Creo que cocinarse todos los días, hacer caldos en casa, ir a la feria a por un buen producto, tener el tiempo de cocinarse y disfrutarlo, ha pasado a ser bastante extravagante.
Una canción que aún me conmueve
Óleo de una mujer con sombrero de Silvio Rodriguez y Tablas, cuando la interpreta Jaime Roos.
Un restaurante que nunca falla
Su Bar, es un clásico siempre que salgo a almorzar es el primer destino. La pascualina y la tarta de espinacas son clásicos.
Algo que cambiaría si pudiera
Calzar un talle mas, es realmente difícil encontrar championes talle 38 para hombre, jajajaja.
El valor humano que más admiro
El respeto.
Una última palabra
¡Gracias!