No me gusta que me den la sal en la mano | Carolina Bello

Carolina Bello (Montevideo, 1983) es técnica en Comunicación Social, con un posgrado en Crítica de Arte. Además, finalizó los estudios en la licenciatura en Letras. Es autora de los libros Saturnino Escrito en la ventanilla. Como periodista, fue corresponsal en el programa español La isla de encanta y ha colaborado en publicaciones como Deltoya, Zona Freak, 33 cines, Ya te conté El Boulevard. En 2016 su cuento «Un trámite» fue incluido en Antología de narrativa joven uruguaya, publicado en Cuba, y sus relatos «Spider» y «Un monstruo con la voz rota» fueron editados en la revista cubana Casa. Actualmente escribe en su blog Por la noche callada, colabora con el periódico la diaria y es columnista en la revista de periodismo narrativo Quiroga. En 2016 ganó el Premio Gutenberg, convocado por la Representación de la Unión Europea en Montevideo y la editorial Fin de siglo con su novela Urquiza. Su último libro fue editado por Estuario, Oktubre.

Un sabor de la infancia
Bubbaloo de sandía.

Una manía confesable
No me gusta que me den la sal en la mano.

Un amuleto
Una foto de mi abuelo –profesor de patinaje artístico- junto a mi madre chiquita. Ambos con los patines puestos, claro.

El último libro que leí
Psicopolítica de Byung-Chul Han.

Una película que me marcó
2046.

Algo que evito
Dejar de fumar.

Si pudiera volver a empezar sería
Aristóteles.

Un lugar para vivir
Coney Island.

Un lugar para volver
Coney Island.

Una materia pendiente
Entender matemática, hacer quinto biológico y dedicarme a la medicina.

Un acontecimiento que cambió mi vida.
Mi hermana leyéndome a Horacio Quiroga cuando la imaginación se dividía entre Magariños Cervantes entre Rivera y Oribe, y un tipo a la deriva mordido por una víbora.

El escritor definitivo
John Fante.

Algo que jamás usaría
Calzado similar a la cara de Jason de Viernes 13.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
Cuando me bajaron del bondi porque seguí de largo con el boleto céntrico.

El lugar más feo del mundo
San José y Andes.

Una rutina placentera
La siesta de los sábados.

Me aburre
La película Roma.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
La palta a 40 pesos.

Una canción que aún me conmueve
Deshacer el mundo.

Un restaurante que nunca falla
Don Andrés.

Algo que cambiaría si pudiera
Que ninguna persona en un país con políticas sociales viva en la calle.

El valor humano que más admiro
La integridad.

Una última palabra
Héroes.