A un artista se lo conoce por su obra. Son sus creaciones la que lo trascienden, aunque a veces, se lo reduce sólo a eso. En el caso del francés Charles (1821-1867) es difícil que se lo ubique en otro lugar que no sea la poesía. Pero hay que saber que se destacó como ensayista, crítico de arte y fue traductor. De hecho, fue el primero que tradujo, al francés, a Edgar Allan Poe, que tanto lo influyó en lo creativo.
Lo que es prácticamente desconocida, es su faceta como dibujante. Aunque no se trate de una obra acabada, ni mucho menos, fueron innumerables los bocetos, casi de aprendiz, realizados en forma muy desordenada durante su vida. Un libro –Dibujos y fragmentos póstumos– que se editó a fines de 2012, en España, reúne esos dibujos junto a varios textos.
En el prólogo dedicado a la parte gráfica, el traductor e investigador Ernesto Kavi, cuenta que Baudelaire, que “no ignoraba la potencia de las imágenes” se dedicó a fabricarlas, “a veces con palabras, a veces con pinceles y colores. Muy pronto, al menos desde 1846, sus amigos se dedicaron a coleccionarlas. A la muerte del poeta, Auguste Poulet-Malassis, su editor, recogió en un cuaderno todos los dibujos en los que Baudelaire se retrató a sí mismo. Ese cuaderno, después de años y de complejos azares, llegó a las manos de Gaston Gallimard, quien publicó en marzo de 1927 algunos de esos dibujos bajo la forma de un lujoso álbum de trescientos ejemplares. Armand Godoy, poeta cubano, compró a amigos y curiosos todos los dibujos de Baudelarie. Pero, después de una subasta pública realizada en 1988 en el Hotel Drout, la colección fue destruida. Desde entonces todos los dibujos están dispersos.” Muchos de esos papeles, se perdieron. Tras un paciente trabajo de investigación, se pudieron recoger casi todos los dibujos, tanto los de la colección Gallimard, como la de Godoy.
Como un destacado y despiadado crítico de arte, Baudelaire es autor de un esmerado ensayo que tituló Lo cómico y la caricatura, editado en español (Editorial La Balsa de la Medusa, 2001). Allí enuncia, entre otras consideraciones estéticas, una teoría de la risa, al considerar dos mundos paralelos, uno teológico y otro filosófico. “La risa viene de la idea de la propia superioridad, es decir, la risa tiene un origen diabólico” es una de sus máximas, a lo que agrega, en otro pasaje, que “la risa es de las expresiones más frecuentes y numerosas de la locura”
Los dibujos que se observan en el libro, son bocetos que recuerdan a los que realizaba en los burdeles de París, Toulouse Lautrec. Un trazo rápido, muy libre, a veces algo desprolijo, aunque muy preciso para captar la expresión del caricaturizado. Sus apuntes están más cerca del dibujo satírico que del retrato académico. También se incluyen una buena cantidad de autorretratos, en una faceta autorreferencial muy marcada.
Papeles varios
El capítulo dedicado a los textos, se explica que los manuscritos fueron realizados durante más de diez años, en papeles de diferentes tamaños, desordenados, a lápiz y a pluma, sin ninguna lógica. Los textos, breves, algunos brevísimos y aforismos, fueron escritos en papeles sueltos que el propio Baudelaire ni sabía que los tenía. Su producción –si es que se puede definir de esta manera- fue tan caótica como lo fue la de sus dibujos. Fueron cuidadosamente guardados por la madre del autor de Las flores del mal, Madame Aupick, quien se los entregó a Poulet-Malassis, antes de su muerte, en 1871. Si bien quisieron buscarle una lógica para ordenarlos, eso fue imposible. Este libro, es la primera edición que publica estas notas, tal y como las dejó el poeta. Los temas son tan variados que van desde el ocio y el trabajo, pasando por comentarios crueles, divertidos y misóginos. “Sabemos que las escribió en un estado de gran malestar físico y emocional. Su escritura está llena de correcciones, y es arbitraria en el uso de mayúsculas, guiones, espacios, filetes, repeticiones. De ahí su carácter extremadamente fragmentario y caótico”, explica el traductor, que advierte que “estas páginas son tan vírgenes e inexploradas como una selva tibetana. Para adentrarse en ellas se necesita valentía y salud. Pocos poseen esas virtudes.”
Sobre este libro, el escritor y crítico literario español, Premio Herralde de novela, Juan Franciso Ferré, advirtió que Baudelaire “es un hipócrita, un impostor, una máscara insolente que reivindica impunemente el derecho a contradecirse y, por tanto, a ser infiel a cualquier ideario dogmático y a cualquier toma de posición que no reconozca el malentendido fundamental de la vida. La lectura reiterada de Baudelaire y, en particular, de sus escritos póstumos, es la mejor terapia contra la fosilización del espíritu y la gregarización de la sensibilidad. Recorriendo estas páginas, en la refrescante traducción de Ernesto Kavi, uno ve renacer de las cenizas del tiempo la inteligencia incisiva de quien, además de explotar al máximo las facultades con que está dotado, las adorna con ese estilo original que solo el creador genuino sabe imprimir al lenguaje heredado.”
Mi corazón al desnudo
Este es el título que encabeza la mayoría de los papeles en los cuales Charles Baudelaire escribió sus textos. Además de las frases y textos breves, se incluyen temas para futuros cuentos y poemas, posibles títulos o tramas para obras de teatro.
- “Ser un hombre útil siempre me ha parecido repugnante”
- “Alemania expresa la ensoñación a través de la línea, como Inglaterra lo hace a través de la perspectiva”
- “El Dandy debe aspirar a ser sublime sin interrupción; debe vivir y dormir frente a un espejo”
- “Las naciones poseen grandes hombres a pesar de ellas mismas”
- “El único gobierno razonable y seguro es el aristocrático. La monarquía o la república sustentadas sobre la democracia son igualmente absurdas y débiles”
- “Dios es el único ser que, para gobernar, no necesita existir”
- “Las naciones poseen grandes hombres a pesar de sí mismas. Un gran hombre vence a su nación entera”
- “¿Qué es el amor? La necesidad de salir de sí mismo. El hombre es un animal adorar. Adorar es sacrificarse y prostituirse. Todo amor es prostitución”.
- “El mundo funciona sólo gracias al Malentendido.”
- “Si la religión desapareciera del mundo, la volveríamos a encontrar en el corazón de un ateo.”
- “Siempre me ha sorprendido que se permita entrar a las mujeres en las iglesias. ¿Qué tipo de conversación pueden sostener con Dios?”, “La mujer no sabe separar el alma del Cuerpo. Es simple, como los animales. Eso es porque ella solo posee el cuerpo, diría un sátiro”.
- “De niño tuve en mi corazón dos sentimientos contradictorios, el horror de la vida y el éxtasis de la vida. Es el sello de un holgazán enfermo de nervios”.
DIBUJOS Y FRAGMENTOS PÓSTUMOS. Charles Baudelaire. Editorial Sextopiso Barcelona 2012. 368 páginas.