Desde hace años, la frase referida a “que la próxima guerra mundial será por agua y no por petróleo”, circula y cobra cada día más fuerza. De acuerdo al World Resources Institute para el año 2040, el stress hídrico a nivel mundial afectará a muchos países. Se calcula que la quinta parte del planeta sufrirán esta situación en menor o mayor medida, y que los más afectados serán Estados Unidos, India y China.
En la actualidad, el país del norte ya presenta problemas de escasez en algunos estados como Texas y California. A la fecha, la región más afectada es Medio Oriente, principalmente en 14 de los 33 países que forman esta región. Se contempla que el déficit pueda incrementar del 40 %, al 70 %, en 2040 a Australia, Indonesia, Filipinas, Mongolia, Namibia, Sudáfrica, Botsuana, Perú, Chile y distintos países del norte de África, quienes también se enfrentan a un elevado riesgo de escasez de agua para 2040.
Por suerte nuestro país se encuentra sobre el acuífero guaraní, a la vez de tener en líneas generales, un nivel de lluvias relativamente elevado con un promedio de 1.200 mm/año, pero esto no significa que nos sentemos a ver pasar el tiempo. Las pequeñas medidas permitirán sobrellevar de mejor manera esta difícil situación.
El agua como una pieza de marketing
Cómo si esta realidad tan dura no existiera, nos encontramos hoy con un desarrollo de Marketing y Packing, que lleva a la reflexión de nuestro título. Se han desarrollado diferentes líneas de agua envasada en packings re utilizables, pero que a la vez brindan un gran status a quienes consumen estos productos.
Si me retrotraigo unos años, pedir una botella de agua en un bar o restaurante, era la excusa perfecta para que un mozo nos catalogara de tacaño. Los tiempos han cambiado y hoy pedir agua está de moda. Es tan así, que podemos observar a Julia Roberts, Oprah Winfrey o la actriz de The Big Bang Theory, Kaley Cuoco, en campañas publicitarias cargando sus botellas de agua re utilizables.
Pero en este mundillo del agua también hay ciertas curiosidades y excentricidades. La marca de agua Swell posee más de 90 modelos para diferentes gustos, con la particularidad que mantienen el agua fría durante 24 horas y hasta 12 horas si dentro del envase se colocan bebidas calientes. Además de cuidar su elegante estética, este modelo fabricado en acero inoxidable, es en realidad una versión moderna del termo que utilizamos para conservar el café o nuestro mate. Su colección S´cented, incorpora aromas naturales a sus distintos modelos. Es así que Sarah Kauss fundadora y CEO de S’well, la exitosa compañía norteamericana que se dedica a vender botellas de agua reutilizables a 45 dólares la botella, ya alcanzó en el año 2015 a recaudar 52 millones de dólares en ventas.
Agua a precio de oro
Para aquellos que piensan en la locura de esos precios y para quienes les gusta coleccionar, les contamos que la botella de agua más cara del mundo es AURUM 79 y cuesta la friolera de 834.000 euros. Esta botella contiene medio litro de agua proveniente del manantial St. Leonhard en Alemania, un agua de altísima pureza. Sin dudas el costo del agua no es lo que lleva a las nubes su precio, sino su botella que se presenta como un objeto de lujo, fabricada en cristal fino decorado con oro de 24 kilates y con 113 diamantes.
Por si a algunos de nuestros lectores se les ocurre comprar una de estas piezas, les cuento que además de tratarse de una edición limitada, solo se fabrican tres ejemplares por año. Parece una excentricidad al margen del mundo, pero cómo nuestro rol es compartir y no juzgar, les acercamos esta información.
Otros desarrollos interesantes
Ooho
Tres investigadores y diseñadores, forman parte de Skipping Rock Lab, donde han creado la premiada Ooho. Esta revolucionaria idea permite que podamos hacer nuestro propio envase de agua y que además nos lo comamos. La membrana gelatinosa que recubre el agua, está elaborada con algas y se inspira en la que envuelve a las yemas de huevo. El proceso de esferificación, que ya se aplicaba en gastronomía para otros usos (las famosas esferas de Ferrán Adriá), consiste en encapsular un alimento en gelatina para que adopte una forma fija.
Vapur
En Estados Unidos y Canadá, ya se pueden encontrar las denominadas “antibotellas”, una suerte de envase flexible que puede enrollarse y transportarla fácilmente cuando está vacía. Cuando está llena, su diseño permite engancharla a un bolso o mochila. Funciona como el tubo de la pasta de dientes, está compuesta por materiales antimicrobiales y se puede lavar y congelar.
Dopper
Según profesa la página web de este diseño holandés, “La botella es el mensaje”. Esta suerte de botella fue ideada para disminuir el uso masivo de plástico. Casi medio millón de botellas se desechan cada minuto en los Estados Unidos y solo un porcentaje muy pequeño de ellas, se vuelven a usar. Este envase de medio litro reutilizable, cuya parte superior sirve como vaso, surge ante estos datos de consumo. Según dicen sus creadores, un porcentaje de recaudación de las ventas está destinado a crear fuentes de agua potable en Nepal.
Booble
Booble no es solo una botella colorida, es también un envase inteligente que filtra su contenido mientras se bebe de ella. El accesorio estrella es un filtro de carbono activo que elimina el cloro y los contaminantes orgánicos del agua del grifo. Un modelo pensado para todos aquellos que pasan la mayor parte del día activos. Cada filtro es reemplazable y tiene una vida útil de 150 litros, es decir 300 usos. Otras marcas que apelan a la creatividad de sus envases y a la oferta de aguas puras son Klean Kanteen, Hydro Flask y Bkr.