En Perú, entre los ríos Madre de Dios y Urubamba, sobrevive el grupo indígena de los Machigüengas, quienes poseen una de las cosmologías más complejas e interesantes del continente. Según ella, al principio de los tiempos los hombres se alimentaban solamente de tierra, los astros son todos masculinos y en oposición a la versión mítica más generalizada, la luna fue el padre del sol.
(Machigüengas, Perú) Los Machigüengas acostumbran recluir a las adolescentes cuando llegan a la pubertad. Así lo hicieron los padres de una joven: la encerraron en una habitación con un montículo de tierra para alimentarse durante su confinamiento. Un día fue visitada por la luna, bajo su figura de hombre joven, el que dirigiéndose a la niña le ordenó que no comiera tierra. Y le entregó una yuca ya cocinada para que comiera, bajo la condición de que no se lo contara a nadie. Como a la niña le gustó, le contó cómo se cultivaba y después desapareció, encareciéndole nuevamente que guardara el secreto.
Al otro día la luna regresó y le trajo bananas y plátanos. Por supuesto que le gustaron a la niña, más aún que la yuca. La luna también le explicó cómo cultivarlos, le encargó reserva otra vez y se fue.
Cuando los padres varios días después entraron a la habitación y vieron que la joven no había probado la tierra, se sorprendieron y le preguntaron por la causa de su falta de apetito. Se sorprendieron cuando la niña les contó la visita de la luna y sobre los alimentos. Los padres le pidieron que les avisara cuando el joven regresara, pues querían conocerlo. Así lo hizo. Cuando lo encontraron, le preguntaron cómo y dónde se cultivaban los frutos que había traído.
La luna les explicó que tenía sembrada una chacra cerca de ahí y los invitó a visitarla. Pero antes de irse, les explicó también que, por haber desobedecido la orden de mantener el secreto, desde ese momento los hombres se verían obligados a trabajar para ganar su sustento.
Rafael Varela Es Profesor de Literatura egresado del IPA, y cursó el Doctorado en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Minnesota, EE.UU. Ha publicado los libros: Mitos y leyendas de las Américas, Vols. I y II, La vida cayendo en fichas, Anécdotas y realidad del taxi y en literatura infantil Nicasio sueña un futuro de lombrices, Fantasmas en el Castillo Piria (Editorial Planeta) y Cuando Nicasio duerme, nadie duerme (Primer Premio Concurso EBO, Cooperativa Bancaria y Biblioteca Nacional, 2011). Como periodista cultural, ha publicado en varios periódicos y revistas de América Latina y EE.UU. y ha hecho periodismo radial en EE.UU. y Uruguay.