Dulce que te quiero dulce | Sylvana Cabrera

Así como las sales saborizadas cada día cobran más protagonismo en nuestra cocinas, el azúcar busca diferenciarse a través de aromas y sabores que la distingan. En esta entrega les acerco algunas recetillas que le pueden dar a sus preparaciones, así como a un café o un té, un toque único de sabor. En todos los casos importante que esta mezcla permanezca en un lugar seco y en un frasco de cierre hermético, por al menos 30 días.

Azúcar con sabor

Azúcar al jengibre:
Procesar 1/4 de jengibre confitado picado con 2 tazas de azúcar granulado en la procesadora durante alrededor de 1 minuto. Colocar en un recipiente hermético. Después de algunos días, el azúcar tomará el aroma y el sabor del jengibre. Etiquételo y guárdelo. Puede mezclarlo con té caliente o helado o espolvorearlo sobre la fruta.

Azúcar a la vainilla:
Abrir una vaina de vainilla a lo largo con un cuchillo pequeño de cocina. Colocarla en un recipiente hermético con 4 tazas de azúcar granulado y agitar bien. En unos días, el azúcar tomará el aroma y el sabor de la vainilla. Puede utilizarlo en recetas que pidan vainilla, mezclarlo con café o espolvorearlo sobre fruta cortada.

Azúcar a la canela:
Combinar 2 cucharaditas de canela con 1/2 taza de azúcar granulado. Mezclar bien. Es importante que esta mezcla permanezca en un lugar seco y en un pote frasco de cierre hermético, por al menos 30 días.

Azúcar al cítrico:
Utilizar el pelador de papas para hacer tiras largas y finas de la cáscara de naranjas, limones y limas (sólo de la parte de color). Colocar en un recipiente hermético con alrededor de 4 tazas de azúcar granulado y agitar bien. En unos días, el azúcar tomará el aroma y el sabor de las frutas cítricas. Guardarlo en un lugar seco. Este azúcar puede ser utilizado para hornear, para dar a tus comidas un toque cítrico, o sobre un pastel antes de hornear.