Almorzar en los museos: D’Orsay de París | Sylvana Cabrera

El Museo D’Orsay es sin dudas es uno de los museos más completos e interesantes de esta ciudad.

Localizado en el corazón de París, a orillas del Sena y frente al jardín de las Tuilleries, el Museo D’Orsay está instalado en la vieja estación que lleva su nombre -cuyo edificio tras dos años de construcción-, fue inaugurado el 14 de julio de 1900 con motivo de la Exposición Universal. De 1900 a 1939 la estación fue el epicentro de la ciudad, contando con un importante flujo de pasajeros, mientras que el hotel, recibía además de los viajeros, a referentes de la sociedad, el arte y la política, que celebraban allí sus reuniones y banquetes.

El museo cuenta desde hace años con importantes obras, cuyas colecciones incluyen los mejores exponentes de varias décadas como Paul Cézanne, Edgar Degas, Toulouse-Lautrec, Vincent van Gogh, Paul Gauguin, Henri Gervex, Gustav Klimt, Edouard Manet, Henri Martin, Claude Monet, Pierre Auguste Renoir, por mencionar solo algunos.

Comer, beber y respirar arte
En su interior el museo cuenta con tres propuestas gastronómicas bien diferentes: El Café de l’Ours, el Café Campana y Le Restaurant.

Café de l’Ours
La primera propuesta, menos pretensiosa e intimista, está ubicada al pie de la torre Seine y al fondo de la nave el Café de l’Ours. Este espacio brinda una amplia selección de cafés, tés e infusiones que se pueden acompañar de sándwiches o piezas de la clásica repostería francesa a precios razonables. Un café expresso de muy buena calidad y una tarta de frutas con lemon curd y frambuesas fresca, me costó $ 240 (pesos uruguayos). Lo importante de estos lugares es que los precios se publican en sus páginas oficiales y aumentan (por lo que me comentaron), dos veces al año, por lo que uno no se lleva ninguna sorpresa cuando programamos una vista con tiempo.

Café Campana
La segunda, ubicada en la salida de la Galería impresionista y al cual se lo conoce como el Café Campana. Este espacio fue diseñado por los hermanos Fernando y Humberto Campana, reconocidos diseñadores brasileros quienes se inspiraron en Emile Gallé (un artista francés oriundo de Nancy nacido a mediados del 1800 y considerado el rey del cristal y uno de los mayores representantes del Art Nouveau). Los hermanos brasileños (Fernando Campana y Humberto Campana), son actualmente los diseñadores latinoamericanos más reconocidos del mundo.

La característica principal de sus obras, se basa en el uso de materiales naturales y económicos, las que ya ocupan un lugar en los grandes museos internacionales. Actualmente tienen un lugar ganado en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), en el Museo de Diseño Vitra (una localidad alemana cercana a Basilea) y en París (en el centro Pompidou y el mismísimo museo D Orsay). Este sector propone una típica carta de las brasseries parisinas, que se pueden acompañar de ensaladas de estación. Para mi gusto un poco bullicioso y escasamente iluminado, pero sin dudas es el preferido de muchos, ya que está en general es muy concurrido.

Le Restaurant
La tercera opción, es el antiguo restaurante del hotel de Orsay, situado en la primera planta del museo, que ha sabido conservar toda su magnificencia desde su apertura en el 1900. En un salón con aire versallesco, donde penden del techo enorme y brillantes arañas.

Los frescos de Gabriel Ferrier y de Benjamin Constant, tapizan los cielorrasos del petit Salón y del gran comedory son un verdadero deleite. Las sillas del restaurante han sido diseñadas por el artista italiano Jacopo Foggini, proporcionándole un toque elegante y actual al espacio.

Al frente del restaurante, está el chef Yann Landureau quien ha diseñado una carta de corte tradicional francés, con toques de modernidad.

Disfruté de un almuerzo realmente delicioso. Ese día la entrada era un crocante de nueces y merlot que acompañaba un cremoso camembert tibio junto a unas cebollas caramelizadas. De plato principal, un sencillo pero espectacular escalope de salmón en su punto perfecto y para mi gusto cocido al vacío, con un gratín de papas y un agua mineral.

El postre y el café me los reservé como les comentaba unos párrafo mas arriba, para el Café de l’Ours.

Entre medio de uno y otro, pude volver a disfrutar de las colecciones permanentes e itinerantes y sin dudas de comprar alguna chuchería en la boutique de la entrada.

El precio de el menú (entrada, plato principal y bebida o de plato principal, postre y bebida es de 22 euros lo que significan unos 700 pesos uruguayos). Sin dudas un lugar para no dejar de visitar y disfrutar.