De regreso de un viaje por algunos países del ORIENTE MEDIO, (Emiratos Arabes, Sultanato de Omán y la República del Líbano), quiero compartir algunas reflexiones sobre los paisajes, la cultura y la forma de ser de sociedades tan especiales y tan diferentes de las nuestras. En especial las dos primeras.
Empecemos por algunos comentarios sobre la vida en los EMIRATOS, una monarquía confederada compuesta por siete divisiones territoriales (emiratos): Abu Dhabi, Ajmán, Dubai, Fuyaira, Ras al Jaime, Sarjah y Umm al Qaywayn. Que en total tienen una superficie total de 77.000 kilómetros cuadrados, algo menos de la mitad del territorio uruguayo.
Los emiratos forman parte de la gigantesca península arábiga, donde conviven varios países musulmanes: Arabia Saudita, Yemen, Omán, los EAU, Bahrein, Qatar y Kuwait. La región estuvo habitada desde el 5000 antes de Cristo por la civilización Dilmún, de gran adelanto para la época (tema al que nos referiremos en otra nota) y en el siglo XVI cayó bajo la influencia de las potencias coloniales europeas, asentándose finalmente la dominación británica. Tras el fin del protectorado del Reino Unido en diciembre de 1971, 6 jeques de pequeños estados formaron la unión suscribiendo la Constitución de 1971 a la cual se unió Ras al-Jaima pocos meses después. Cada emirato conserva una considerable autonomía política, judicial y económica y cada emir cumple un papel determinado en un área de gobierno.
Se trata de territorios tradicionalmente pobres, áridos, desiertos con algunos oasis por donde circulaban caravanas de camellones dedicados al transporte y costas de riqueza pesquera y ostrícola. Y que hasta mediados del siglo XX sus principales producciones y formas de vida eran la pesca y el cultivo de perlas en la costa.
HASTA QUE EN 1958 SE DESCUBRIERON GRANDES, INMENSAS, RESERVAS DE PETRÓLEO EN ABU DHABI. Y en 1966 se descubrieron en Abu Dhabi y pequeñas cantidades en Sarjah y Ras al Jaima. Más del 90 por ciento se encuentran en la plataforma de Abu Dabi, estimándose que las mismas alcanzarán para más de 100 años.
La visión y la sagacidad de los emires los llevó en 1971 a unificarse y aplicar las inmensas ganancias derivadas del oro negro para un destino de desarrollo en la zona. Conscientes de que el petróleo es un bien fungible y de segura desaparición han apostado por un desarrollo futuro basado en el turismo y en la tecnología.
Lo primero que tengo que comentarles es que aterrizar en el aeropuerto de Dubai DUBAI supone un shock, es como desembarcar de plano en una ciudad futurista del siglo XXII, tal el aspecto modernista de la ciudad. Del más puro y rudo desierto se pasa en contados metros, a veces tan solo en centenares a un panorama de rascacielos de moderna concepción y altura gigantesca de los más diversos estilos y materiales empleados.
En esta primera nota vamos a referirnos al más grande de los emiratos, el más rico y en consecuencia la capital política y administrativa. No es el más visitado, por ahora, pero en el futuro será una referencia a nivel mundial en el ámbito de la cultura.
A diferencia del emirato de Dubai, que consciente de que sus reservas petrolíferas eran más limitadas optó por un crecimiento meteórico en altura y modernidad, aunque pagando el precio del desorden y caos, en Abu Dhabi la cosas se han mirado y planeado con largo alcance. El crecimiento urbano no es tan fulminante ni impactante como en Dubai pero se ha seguido un trazado urbanístico más ordenado en espacios y seguido en parte la línea de la costa con una Corniche, como llaman a una rambla que sirve para disfrute y deporte de la población.Y se han aprovechado islas existentes y creado islas artificiales como la isla Lulu, que visitamos.
Como se dijo ABU DHABI, la capital administrativa, encaró un desarrollo urbano más ordenado y racional, más planificado, más acorde con el futuro. Pero su gran apuesta, aunque también por el turismo, se orienta hacia el campo de la cultura y mira por un desarrollo de parques temáticos y de grandes y extraordinarios museos. Es decir, UNA APUESTA POR EL DESARROLLO CULTURAL.
Como nota al margen deseché una visita al Parque temático FERRARI WORLD, un desborde de tecnología referido a la popular marca de automóviles de carrera para visitar otra parte de la ciudad, en especial el armónico centro y la gran mezquita, uno de los edificios más hermosos del mundo que ameritará otra nota. Claro que lamenté no haber asistido a la pista de carreras donde podría haber manejado un prototipo de FERRARI por unos pocos centenares de metros al costo de unos cuantos centenares de dólares…
Bromas aparte, me maravilló Abu Dhabi. Recorrimos la llamada Corniche, una especie de rambla y esperamos que bajara el sol para salir a caminar y recorrer los negocios tan iluminados como en cualquier capital europea y que siguen abiertos hasta tarde altas horas en la noche. En verano, la estación en que viajé, la temperatura diaria ronda entre los 40 y los 45 grados y de noche baja un poco.
Lamentablemente la guía de la excursión, una simpática mejicana, no nos llevó a la ISLA DE LA FELICIDAD, una isla artificial en la que acaba de inaugurarse el MUSEO DEL LOUVRE DUBAI. Fue inaugurado oficialmente en presencia de autoridades el pasado 8 de noviembre y ayer domingo 11 de noviembre de 2017 fue abierto al público. LA ENTRADA RONDA LOS 180 DOLARES.
La próxima nota hablaremos de este museo y su significado de integración cultural. NO TODO EL MUNDO ÁRABE ESTÁ DE ACUERDO CON ESTA APUESTA DEL MUSEO DEL LOUVRE PARA EXHIBIR ARTE DE OCCIDENTE.
ISLA DE SAADIYAT, isla artificial que se está construyendo y cuyo significado en idioma árabe es FELICIDAD, O SEA QUE SU NOMBRE SERÍA ISLA DE LA FELICIDAD. Empezó a construirse en el año 2009 en Abu Dhabi, como un proyecto para diversificar sus ingresos y apostar por el turismo cultural. En la misma se concentrarán espacios diferentes dedicados al ocio y la cultura; un CLUB DE GOLF, RESTAURANTES, HOTELES 7 ESTRELLAS, SPAS Y CENTROS COMERCIALES DE VANGUARDIA.
PERO LO QUE MÁS SOBRESALE ES LA INAUGURACIÓN DEL LOUVRE ABU DHABI, inaugurado el 8 de noviembre de 2017. Fue diseñado por el arquitecto francés Jean Nouvel, autor del Centro Islámico de París.
Aunque están pendientes para un futuro inmediato un museo GUGGENHAIM, un centro de PERFORMING ARTS, dedicado al teatro, artes escénicas y otras manifestaciones construido por Zaha Hadid; y un pabellón para bienales y eventos culturales de gran magnitud y el Museo Nacional Zayid –dedicado a las artes árabes–, ambos diseñados y construidos por el despacho de Norman Foster.
La isla también contará con un campus de la New York University y uno del prestigioso internado inglés Cranleigh, además de hoteles como el Park Hyatt y St. Regis. Desde el comienzo de su construcción en 2009, Saadiyat ha recibido numerosas quejas de parte de grupos de derechos humanos y derechos laborales por las condiciones y largas jornadas en las que se mantiene a los trabajadores –gran parte proveniente del sureste asiático–. Frente a ellas y hasta ahora, los inversores de la isla han hecho oídos sordos. De hecho, se han calificado de condiciones infrahumanas, pues se encuentran cercanas a la esclavitud.
Juan Antonio Varese (Montevideo, 1942) escribano, escritor, periodista, fotógrafo, editor, e investigador sobre temas históricos, tradiciones populares y sobre la formación de la identidad nacional. Viajero empedernido Fundó el sello editorial Torre del vigía. Es autor de decenas de libros. Esta es su primera colaboración, especial para Delicatessen.uy