Uruguay es un país que voy conociendo de a poquito, con la calma chicha de quien se intuye instalado, con media vida por delante para recorrer y descubrir paisajes. Entre mis primeras incursiones en el país, recuerdo con perfecta nitidez los recorridos por la costa rochense, lo brutalmente abrumador de La Calavera azotada por un intenso vendaval, la belleza tenue de Playa Grande a comienzos de primavera, o ese horizonte plagado de dunas orgánicas que van moldeando el recorrido entre Valizas y Cabo Polonio. De una belleza tan contundente que casi duele mirar.
La vida me llevó a paisajes más domesticados como la costa urbanizada de Maldonado que encuentra su máximo exponente en Punta del Este. De a sorbitos, fui bebiendo el elixir que embriaga a uruguayos y extranjeros, aprendiendo a disfrutar de algún modo o de otro modo, de las virtudes de esos lugares hechos por el hombre y para el hombre. Sospecho, intuyo y tal vez me equivoco, al pensar que algo parecido debió pasarles a Lalo y Elsa cuando emprendieron su camino desde La Paloma a Punta del Este, para conformar lo que con el tiempo se convertiría en uno de los referentes gastronómicos más importantes de la península.
Lo de Tere asoma sus gracias y maneras al puerto marítimo. Un negocio familiar que con tiento y dedicación, ha sabido mantener sus velas al viento por más de una década. El local, regentado por Lalo y Elsa y timoneado desde los fuegos por su hija, Maria Elena, cuenta con varios ambientes: la terraza portuaria, la gran preferida en los días soleados y los salones Gorriti, Rincón Marino y Puerto Jardín, con una capacidad total de hasta 180 comensales. Distintos rincones con aires de clásico distinguido y tintes marineros.
La extensa y variada propuesta gastronómica nos ofrece un amplio recorrido por los mejores productos del campo y el mar, siempre atentos al ritmo de las estaciones. Productos que hablan por sí solos como el Black River Caviar o la anchoa curada y elaboraciones de lo más sugerentes como los ravioles de tinta de calamar rellenos de siri autóctono y salsa de camarones, el entrecotte de cordero con malfetti de rúcula y ajo blanco, los chipirones salteados con cebolla, ajo, pimentón y vino blanco, o la merluza negra con verduras delicadamente salteadas, por mencionar algunas de las sutilezas en carta.
Los postres, un paseo por el jardín de las delicias. Clásicos reinventados como la exquisita crème brûlé con romero y limón o los digestivos sorbetes caseros de pomelo, limón y mandarina. Para redondear la experiencia, Lo de Tere cuenta con un servicio atento, cordial y amable que acompaña a la perfección la calidad de la oferta culinaria.
Subterfugios gastronómicos que, como son de mar, nos embelesan y apaciguan. Afuera el mar embravecido en una tarde de primavera ventosa, un barquito que atraca en puerto. La glorieta animada de los pescadores y esos ojos de señora descansando sobre el banco, que se clavan en los míos, con recelo, del otro lado del cristal.
Lo de Tere
Rambla del Puerto y calle 21
Punta del Este (Maldonado)
Uruguay
Tel: (+598) 4244 0492