Menton, la ciudad del limón | Sylvana Cabrera

En nuestra entrega anterior, les contaba sobre nuestra vista a Menton, una de las ciudades más bonitas de la Costa Azul francesa, que conjuga la belleza de los paisajes montañosos de los Alpes Marítimos con las aguas cristalinas del Mediterráneo y la arquitectura moderna de los puertos de la Riviera con las adorables edificaciones de ese casco antiguo que data del siglo XI.

Esta ciudad, que perteneció del 1346 al 1848 al principado de Mónaco, del cual se encuentra a solo 15 minutos, está a solo 5 minutos de la frontera italiana. Por esta razón, la gastronomía lugareña rescata lo mejor de Francia e Italia y eso se ve reflejado en la variopinta oferta culinaria de este verdadero pueblo de fábulas.

Su clima cálido todo el año, la belleza de sus paisajes y de su arquitectura, sumada a la intensa actividad cultural, hacen de esta ciudad el sitio preferido de los que buscan lugares pacíficos donde se aprecian los aromas y sonidos de la naturaleza.

Perfume a limón

Menton es famosa por ser la ciudad de los limones y a partir de este noble producto, se preparan una interminable variedad de postres, aliños, licores y refrescos, así como jabones, geles de ducha y cremas o diseños únicos de delantales, manteles, individuales, jarras, bandejas, postales, entre un imponente universo de ofertas.

Su patrimonio natural e histórico es excepcional

En Menton la naturaleza y la cultura se conjugan de forma armoniosa. Entre los lugares imperdibles se pueden destacar el Monasterio de l’Annonciade, la Basílica de Saint-Michel (siglo XVII), la iglesia rusa de finales del siglo XIX (que fue construida por iniciativa de la gran duquesa Anastasia en razón de la importante colonia rusa que había en la Costa Azul) o el Palacete Hôtel d’Ahémar de Lantagnac (siglo XVIII). En 1346 la ciudad fue comprada por Carlos Grimaldi (Señor de Mónaco) y en 1861 sus herederos, vendieron sus derechos por lo que pasó a ser una ciudad francesa y toma el nombre de Menton.

Uruguayos por el mundo

Haciendo alusión al programa emitido por Canal 10, mientras caminábamos por las pintorescas calles de Menton, nos interrumpe un señor muy amable que para nuestra sorpresa era uruguayo. Cánepa (así se apellida este montevideano de unos 70 años de la zona de Carrasco que vive en Mentón desde hace más de tres décadas con su mujer), nos contó de su amor por nuestro país, pero la alegría que le produce levantarse cada mañana en esta ciudad y nos regaló una decena de tips sobre los secretos más guardados de esta ciudad. Fue así que llegamos (entre otras recomendaciones que supimos disfrutar durante nuestra estadía), al mercado de Menton.

Marche des Halles de Menton

El mercado ocupa un edificio de notable arquitectura construido en 1898 que se destaca por su ladrillo y cerámica policromada. Ubicado al lado del paseo marítimo y en pleno centro de la ciudad, cuenta en su interior con numerosos puestos que ofrecen una amplia diversidad de productos. En el exterior también se instalan puestos de venta de frutas, verduras y sobre todo, una colorida y variada oferta de flores, artesanías locales y manteles bordados.

El edificio se encuentra en muy buen estado a pesar de su larga edad y es sumamente limpio. Los precios nos parecieron razonables si se los compara con los que manejamos en nuestro país, pero la calidad de los productos es sin dudas ampliamente superior.

Aromas y sabores de Menton

Una increíble selección de quesos, embutidos, fiambres, carnes frescas, huevos, frutas, verduras, aceites de oliva virgen extra, trufas, panificados, golosinas y una selección de pastas secas italianas. Cortes y especialidades en base a carnes de cerdo, pato, faisán y conejo o las deliciosas morcillas de diferentes sabores (recomiendo la de nueces, pistachos y chocolate amargo al 70%). Hay además una amplia oferta de productos orgánicos, vegetales babys, frutillas o cerezas silvestres, ruibarbo, morillas y trufas negras, entre otros.

Un capítulo aparte son los panes (que los hay de levaduras naturales sobre todo de masa madre), así como la bizcochería y las pastas secas de grano duro en los colores y sabores más inimaginables. Ofrecen también una amplia variedad de sales en escamas y los infaltables vinos de toda la región. Los pescados y mariscos tienen un destaque importante en esta oferta, así como las frutas y verduras más coloridas y perfumadas que haya visto. Los embutidos y los quesos son perfectos para nuestra primera degustación, acompañados por unos panes Le Tignolet y un jugo natural y refrescante de limón con su cáscara y menta de montaña. Luego de disfrutar de los aromas, colores, texturas y sabores de este delicioso y antiguo mercado, seguimos recorriendo las calles de esta increíble ciudad que bien vale la pena conocer.

Delicia de limón

Ingredientes:
¾ taza de jugo de limón de Menton
4 cdas de limoncello de Ventimiglia
3 claras de huevo batidas a punto nieve
4 cdas de azúcar
1 cda de gelatina sin sabor

Preparación:
Diluir la gelatina en ¼ taza de agua caliente. Añadir el limoncello y el jugo de limón. Revolver bien y llevar a la heladera. Aparte, batir las claras a nieve con el azúcar, hasta formar un merengue firme. Retirar la gelatina de limón de la heladera y mezclar con el merengue en forma envolvente. Colocar en moldes individuales y refrigerar hasta cuajar. Desmoldar y cubrir con ralladura de limón.