En El ADN, queremos mostrarte algunas facetas de la cara menos conocida de personalidades relevantes tanto del Uruguay como allende fronteras. Veintitrés preguntas, veintitrés respuestas y veintitrés matices que nos mostrarán algunos retazos de la personalidad de nuestros invitados.
Ignacio Iturria (Montevideo, 1949) es artista plástico. Estudió ilustración publicitaria y diseño gráfico en la Universidad del Trabajo, antes de dedicarse de lleno a la pintura. Concurrió a los talleres de Nelson Ramos, W. Marchand, J. Verdié y Ribeiro en Montevideo. Vivió en Cadaqués, ciudad de la costa mediterránea, cerca de Barcelona, durante la década de los 80, dónde trabajó con Ramón Aguilar Moré y estuvo en contacto con la escuela catalana de pintura. Iturria ha exhibido su trabajo a lo largo y ancho de América Central y del Sur, así como en Estados Unidos y Canadá; en Europa y en Japón. Ha ganado una innumerable cantidad de premios, entre los que se destaca el Gran Premio de la XII Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano y del Caribe, Puerto Rico (1997) y el Premio Figari (2001). Sus obras integran colecciones particulares y de museos como el José Luis Cuevas, México, Bellas Artes de Caracas, Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber, Venezuela, Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, el de la OEA, entre otros. Dirige la Fundación Iturria y abrió el espacio Casablanca como lugar de exposición, docencia y difusión de diferentes expresiones artísticas, que van desde la música hasta la pintura.
Un sabor de la infancia
El dulce moras de la abuela.
Una manía confesable
Nunca se qué comer.
Un amuleto
La medallita escapulario con el corazón de Jesús y la Virgen del otro lado.
El último libro que leí
Leo las imágenes, te diría Piacasso.
Una película que me marcó
Stanno tutti benne.
Algo que evito
Tener que decir que NO.
Si pudiera volver a empezar sería
Sería menos nervioso.
Un lugar para vivir
El estudio, frente al caballete.
Un lugar para volver
Prefiero seguir adelante mas que volver.
Una materia pendiente
Lo que haré en la próxima vida, andar en parapente o en lancha, cosas que no hago por dedicarme a pintar.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Cuando dejé de estudiar.
El escritor definitivo
No sé, supongo que podría ser Cervantes o Machado.
Algo que jamás usaría
Sacarme la barba.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
No es un término que yo use, son tantas veces… pero podría ser con algún gol que erramos con la selección.
El lugar más feo del mundo
El colegio o el liceo… ¡horrible!
Una rutina placentera
Ver la tele, algún programa de entretenimiento, distendido, o un partido de futbol.
Me aburre
Viajar en avión.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Arroz con huevo duro.
Una canción que aún me conmueve
«Rumbita para la chica de Cadaques» de Nacho Iturria.
Un restaurante que nunca falla
La Pasiva.
Algo que cambiaría si pudiera
Mi postura, estar mas derecho, enderezar la columna.
El valor humano que más admiro
El ser bueno.
Una última palabra
Contestaria que ojalá no sea la última…