Gabriel Rolón (Buenos Aires,1961) es psiconoalista, escritor y músico. Es invitado de manera asidua por universidades locales y extranjeras a participar en actividades y a brindar seminarios de clínica psicoanalítica. Historias de diván (Planeta, 2007), su primer libro desde el psicoanálisis, fue un éxito de ventas sin precedentes en la Argentina y se editó en Alemania, España, Uruguay, Bulgaria, México, Brasil y Grecia, fenómeno que se repitió en 2009 con su segundo libro, Palabras cruzadas (Planeta), y con la publicación en 2010 de Los padecientes (Emecé), su primera novela, que fue traducida al francés, al portugués, al italiano, y que fue llevada al cine. En 2012 publicó la primera versión de Encuentros (El lado B del amor), el libro más vendido del año en la Argentina. En 2013, llega a las librerías Medianoche en Buenos Aires, un relato musical escrito junto con Teresa Castillo, y en 2014 Historias inconscientes. En 2015, y en una acción sin precedentes en el país, presenta en el estadio Luna Park colmado de público su último libro: Cara a cara. La serie de televisión Historias de diván, basada en sus libros, es parte de los debates en distintos foros académicos. Ha sido, además, llevada al teatro con gran éxito. Los casos que presenta en sus obras son utilizados para estudiar clínica psicoanalítica en universidades de la Argentina, Paraguay, España y Brasil.
Un sabor de la infancia
El sabor de los pastelitos con batata y queso. Me los hacía mi madre como premio ante algún logro cuando era chico.
Una manía confesable
Me di cuenta hace poco que cada vez que piso un escenario, inconscientemente, lo hacía con el pie izquierdo.
Un amuleto
No tengo amuletos. Cuando estudiaba solía llevar a los exámenes una boina que me había regalado un amigo. Era un modo de sentirlo cerca. Hoy hasta esa boina se ha perdido.
El último libro que leí
Arte y Psicoanálisis de Juan David Nasio.
Una película que me marcó
Claroscuro.
Algo que evito
La ingratitud. Creo que es el peor de los defectos y me cuido mucho de no cometerlo.
Si pudiera volver a empezar sería
Músico.
Un lugar para vivir
Si no viviera en Buenos Aires sólo podría hacerlo en Madrid o Montevideo.
Un lugar para volver
Praga.
Una materia pendiente
Como dijo mi amigo Dolina: todas. Quiero rendir cada día el examen de la vida.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Mi mudanza de los cinco años.
El escritor definitivo
Victor Hugo.
Algo que jamás usaría
Un pantalón Oxford a cuadros.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Antes de salir al escenario del Luna Park cuando vi seis mil personas esperando la presentación de mi libro Cara a Cara.
El lugar más feo del mundo
Alguno de mis barrios oscuros.
Una rutina placentera
El brindis de cada noche con Cynthia, mi mujer.
Me aburre
El béisbol.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Me gusta mojar el sándwich en el café.
Una canción que aún me conmueve
Oblivion, de Ástor Piazzolla.
Un restaurante que nunca falla
Tía Margarita, en el barrio de Caballito en Buenos Aires.
Algo que cambiaría si pudiera
Aboliría la muerte de los que amo.
El valor humano que más admiro
La generosidad.
Una última palabra
Hace tiempo he descubierto que, como decía el querido Horacio Ferrer, la palabra más bonita del mundo es “Gracias”.