Las cosas han cambiado mucho en nuestra ciudad. Hasta hace algunos años, Montevideo se convertía en una verdadera ciudad fantasma en los meses de enero y febrero. Las corridas hacia el Este eran evidentes y las calles vacías, convertían a nuestra capital, en una suerte de puesta en escena sin actores a la vista.
En nuestras idas y venidas en diferentes proyectos en el mundo de la gastronomía, confieso que mantener un local abierto en el mes de enero, era una tarea quijotesca debido a la poca presencia, no sólo de locatarios, sino de turistas.
La apuesta de muchos actores del rubro, la insistencia de los organismos dedicados al turismo y la buena imagen que ha cobrado nuestro país en el exterior, han revertido esta situación y hoy nos enfrentamos a la constante visita de extranjeros de los más variopintos.
A la tradicional llegada de visitantes que venían a disfrutar de las playas a lo largo y ancho de la costa, se ha sumado hoy, un turismo ávido por nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra cultura, en sus múltiples expresiones.
El ordenamiento del tránsito, las calles peatonales, la seguridad, el rescate de edificios históricos, sumado el esfuerzo de privados, ha dado nueva vida a la Ciudad Vieja y Centro de nuestra Capital. Ayer fue nuestro primer día del año de puertas abiertas en Sin Pretensiones y el local se convirtió en una mezcla de idiomas y culturas, transformándose en un gran día de trabajo y en una verdadera sede de las “Naciones Unidas”. Sin dudas el porcentaje de locatarios disminuyó sensiblemente por obvias razones, dando lugar a brasileros, argentinos, españoles, italianos, canadienses, chilenos, estadounidenses, neozelandeses, franceses y colombianos, entre tantos.
No sólo quedan cautivados por la belleza de nuestro Montevideo, sino por la amabilidad y calidez de nuestra gente. Los complace nuestro transitar y ritmo lento veraniego y se muestran dispuestos a un consejo, una orientación o dato que les permita descubrir los verdaderos tesoros montevideanos.
Para quienes optan por los paseos guiados, las visitas programadas con guías experimentados, le dan la posibilidad al turista de conocer las historia de nuestras calles, edificios emblemáticos y monumentos. Saliendo del centro y recorriendo la rambla, la infaltable foto con las letras que conforman el nombre de nuestra ciudad, se ha convertido en una imagen obligada que luego recorre el mundo.
Brindamos con ustedes por este flamante año que comienza y por esta oportunidad maravillosa, de dar a conocer al mundo quienes y como somos los montevideanos y los uruguayos.
Esta receta es para los que se quedan trabajando y para los que disfrutan de sus merecidas vacaciones. Elegimos el kaki -porque a pesar de que pocos saben-, nuestro país produce y exporta esta deliciosa y refrescante fruta a distintos países del mundo, sobre todo a Israel. Sin dudas en nuestro paisito, hay mucho más de los que muchos creen.
Terciopelo frío de kaki
Ingredientes:
500 g de kaki
1 lata de leche condensada
¼ litro de crema doble
½ taza de azúcar
4 yemas
Preparación:
Pelar el kaki y colocar su pulpa en una procesadora o en el vaso de licuadora junto con leche condensada. Procesar o licuar. Aparte, batir las yemas con el azúcar a punto amarillo pálido. Agregar la crema de leche y mezclar. Incorporar a la mezcla de las yemas y la crema, la pulpa de kaki procesada junto con la leche condensada. Volcar esta preparación en un tupper y llevar a frezeer por unas 4 horas y mezclar cada 30 minutos para que no se cristalice.
Sin Pretensiones Restaurante Viejo Almacén
Peatonal Sarandí 366
Ciudad Vieja
Montevideo