Por ventura, hace cinco meses, comenzamos este desafío que es Delicatessen.uy. En el comienzo de un nuevo año miramos el corto camino recorrido para comentarles que estamos muy contentos con el recibimiento de esta propuesta. Ustedes, los lectores, son los participantes activos de la vida que tiene este portal en Internet.
Delicatessen.uy pretende ser un punto de encuentro, para compartir asuntos que nos interesan, como los viajes, la gastronomía, la cultura, la música, los libros, entre tantos placeres mundanos.
En el prólogo de un bello libro de notas de viaje, el escritor italiano Claudio Magris (1939), titulado El infinito viajar (Editorial Anagrama, 2014), encuentro una descripción perfecta para lo que pretendemos hacer de este portal. Pretendemos que sea una «especie de maleta, un neceser que forma parte del viaje; al partir, cuando se meten dentro las pocas cosas previsiblemente indispensables olvidando siempre algo esencial; durante el camino, cuando se va recogiendo lo que se quiere llevar a casa; al regresar, cuando se abre el equipaje y no se encuentran las cosas que nos habían parecido más importantes aparecen en cambio objetos que no se recuerda haber metido dentro. lo mismo sucede con la escritura; algo que mientras se viajaba y se vivía parecía fundamental, se ha desvanecido, en el papel ya no está, en tanto que toma cuerpo imperiosamente y se impone como esencial algo que en la vida -en el viaje de la vida- apenas habíamos notado.»
Y sigue Magris su texto, como si fuera escrito para Delicatessen.uy, «El viaje siempre recomienza, siempre ha de volver a empezar, como la existencia, y cada una de sus anotaciones es un prólogo; si el recorrido del mundo se transfiere a la escritura, éste se prolonga en el traslado de la realidad al papel -tomar apuntes, retocarlos, borrarlos parcialmente, reescribirlos, desplazarlos, variar su disposición. Montaje de las palabras y las imágenes campadas desde la ventanilla del tren o cruzando una calle y doblando la esquina. (…) Vivir, viajar, escribir. Acaso hoy la narrativa más auténtica sea la que cuenta no a través de la invención y la ficción puras, sino a través de la toma directa de los hechos, de las cosas, de esas transformaciones locas y vertiginosas que, como dice Kapuscinski, impiden captar el mundo en su totalidad y ofrecer una síntesis de él, permitiendo capturar, como el reportero en la barahúnda de la batalla, solo algunos fragmentos. Por lo demás, él mismo crea una literatura vitalísima zambulléndose en la realidad, plasmándola con rigurosa precisión, aferrado como un perro de caza sus detalles reveladores aun más huidizos y componiéndolo todo en un cuadro, fiel y a la vez reinventando, que es el retrato del mundo y del viaje a través del mundo. El viaje en el espacio es a la vez, un viaje en el tiempo y contra el tiempo».
Este viaje de Delicatessen.uy comenzó hace tan solo hace cinco meses. Y escribimos este texto, el primero del año 2017, para agradecerle a los colaboradores, a los aliados confesos y a los lectores, que con sus comentarios, con su lectura atenta y activa, motivan a seguir adelante. Porque el camino está lleno de dicha y esto, denlo por seguro, no pretende ser una frase hecha, que por repetida, no deja de ser verdad. En estos tiempos de salutaciones, estas convenciones parecen responder a la tradición, que pueden parecer sentimientos vacíos y por compromiso. Desde Delicatessen.uy queremos reivindicar que desde la bondad, desde la honestidad, podemos construir espacios de placer y de prosperidad. Depende, para empezar, de cada uno de nosotros.
Queremos que la lectura de Delicatessen.uy sea como la lectura de un libro, por eso escribimos tanto de libros. En su novela La reina del sur, Arturo Pérez Reverte (1951) escribió que «los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos aprendes, te educas, viajas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil.” Que la lectura de los artículos sobre cualquiera de los placeres mundanos que nos ocupan, sean viajes y vidas sumadas por doquier. Nuevamente Pérez Reverte para terminar este primer contacto del año. En su novela Hombres buenos, escribió que «sería de justicia recordar que, en tiempos de oscuridad, siempre hubo hombres buenos que lucharon por traer a sus compatriotas las luces y el progreso… Y que no faltaron quienes procuraban impedirlo.» Desde Delicatessen.uy, vaya pues una llamita, una lucecita, modestas, pero honestas, para seguir cultivándonos como personas, para ser un poquito mejores, y que al final del día, ante cada saludo, podamos responder como lo hacen los costarricenses, ¡pura vida!