El filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach en su escrito de 1850 «Enseñanza de la alimentación», aseveró: «si se quiere mejorar a un pueblo, en vez de discursos contra el pecado denle mejores alimentos. El hombre es lo que come». De ahí, la universalizada consigna «somos lo que comemos». La gastronomía nos define. Nuestras huertas y mercados, la carne tierna de nuestras fieras, el fruto maduro de nuestros árboles, la sabia conjunción de ingredientes y esos rituales practicados en torno a la mesa. La gastronomía es un arte de transformación efímero, que trasciende al mero ejercicio de alimentarnos, para convertirse en el gran hábito social del deleite.
Uno de los grandes placeres al viajar reside en ese ejercicio regocijador al experimentar otras cocinas, otros productos y otras recetas; ajenas, sabrosas y diferentes. Viajar educa nuestro paladar, los restaurantes llevan décadas haciéndolo, refinan nuestro gusto y afinan nuestros sentidos. Avocan la comparación a un hábito inevitable, profesionalizando nuestra labor de comensales. Lamentablemente, viajamos menos de lo que nos gustaría y en general, quedamos limitados a un espacio geográfico cuyas fronteras invisibles son marcadas por nuestras rutinas. Por suerte, migrantes y viajeros han llevado los saberes culinarios por lo alto y ancho del mapamundi y en la actualidad, muchas ciudades del mundo cuentan con una amplia oferta gastronómica de variopinto origen geográfico.
Si bien Montevideo cuenta con algunas iniciativas más o menos resultonas de cocina foránea, aún no somos la Babilonia culinaria que algunos soñamos. A nuestra fortuna, existen algunas iniciativas que pretenden acercarnos las cocinas del mundo, permitiéndonos viajar plato a plato, a rincones anhelados del gran atlas planetario. Hoy queremos reseñar una de esas propuestas que nos invitan a experimentar con nuevos sabores y visten la mesa, por unos días, con los colores de otras banderas.
El Hilton Garden Inn de reciente inauguración en Montevideo, estará recibiendo de viernes a domingo al Chef invitado Michelle Chiaranda, que junto con el el chef ejecutivo del hotel, Michel Dornel, nos ofrecerá un suculento buffet con más de treinta elaboraciones gastronómicas que nos permitirán recorrer los sabores y saberes culinarios de las distintas regiones de la bella Italia.
Entre los platos destacados, encontramos las olivas a la ascolana, una deliciosa receta tradicional de Le Marche, basada en olivas rellenas rebozadas y fritas; los estupendos grisines artesanales con jamón de parma; la esponjosa focaccia, un interesante carpaccio elaborado con carne uruguaya y un clásico de Piamonte, el vitello tonatto, un plato típico de la época estival italiana a base de finas tiras de vacuno asado, servido en frío con una delicada salsa a base de atún, anchoas y alcaparras. No faltaran los clásicos consabidos como la pizza margarita, las berenjenas a la parmesana o el exquisito tiramisú, culminación perfecta para una cena placentera. Para acabar de redondear la propuesta, las veladas estarán amenizadas por un show en vivo de música tradicional italiana.
Esta propuesta forma parte de un ciclo culinario que dio comienzo el pasado abril, con el inaugural Festival Gastronómico Peruano y pretende, según Agustín Maddocks, gerente general del Hotel, «acercar a la cultura italiana, homenajear su gastronomía y compartir esa experiencia con todos los montevideanos y nuestros huéspedes”.
Festival Gastronómico Italiano
Fechas: 15, 16 y 17 de septiembre (me resisto a omitir la «p»)
Hora: 20:30
Precio: $ 990 por persona (impuestos incluidos)
Se recomienda reservar
Tel: 2623 8000
Lugar: Restaurant Sudestada – Hilton Garden Inn (Av. Doctor Luis Bonavita – Montevideo Shopping)