Me aburre la gente que se aburre | Marcello Figueredo

Marcello Figueredo es periodista y escritor. Entre otros medios, trabajó en el diario El País, en Canal 12 y en radio Sarandí. Ha publicado varios libros, entre los que figuran Un palacio en la arena, Una forma de viajar/Placeres Mundanos y Palabra de Hombre. En breve presentará Rambla, editado por Aguaclara y con fotografías de Diego Velazco y Santiago Epstein.

 

Un sabor de la infancia
El queso de cerdo con el que insistía mi abuela paterna.

Una manía confesable
Confieso que tengo demasiadas.

Un amuleto
Ninguno

El último libro que leí
El azar y el destino, de Cees Nooteboom.

Una película que me marcó
Sacrificio, de Andrei Tarkovsky.

Algo que evito
Tomarme los cuestionarios demasiado en serio.

Si pudiera volver a empezar sería
No quisiera volver a empezar: prefiero seguir adelante.

Un lugar para vivir
Mi casa, sin duda alguna.

Un lugar para volver
París, Río, Estambul, Venecia… y siguen firmas.

Una materia pendiente
Tantas como mis manías, tal vez, pero digamos que quise poner un hotel y no lo hice.

Un acontecimiento que cambió mi vida
Cruzarme con la señora A. en 8 de Octubre y Garibaldi.

El escritor definitivo
Jorge Luis, definitivamente.

Algo que jamás usaría
Palo para selfies, entre otras cosas.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
Nunca pienso eso.

El lugar más feo del mundo
Eso depende del estado de ánimo, no del mapa.

Una rutina placentera
El gimnasio, cada mañana.

Me aburre
La gente que se aburre: no sé lo que es eso.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
Puedo frecuentar otras extravagancias, pero detesto las gastronómicas y todo lo que ellas representan en el mundo de hoy.

Una canción que aún me conmueve
La música me conmueve muy fácilmente: basta que suene un bandoneón o cante Maria Bethania, por poner apenas dos ejemplos.

Un restaurante que nunca falla
La Pulpería, en Lagunillas y Joaquín Núñez; La Huella, en José Ignacio; y el Café Bacacay, frente al Solís. Esa es mi troika local.

Algo que cambiaría si pudiera
De poder cambiar algo, empezaría por mí, no por el mundo ni por los demás.

El valor humano que más admiro
Hoy me doy por satisfecho cuando encuentro a alguien que sabe escuchar.

Una última palabra
Según el diccionario de la RAE que tengo a mano: zuzón.