Libros y gastronomía, un maridaje perfecto | Alva Sueiras

Una de las grandes maravillas del viajar reside en la sorpresa y el descubrimiento. Aquello de entregarse al paseo sin rumbo fijo, ni demasiado conocimiento previo, dejando que paisajes urbanos y humanos, nos seduzcan a cada paso y despierten nuestro asombro, sonrisa o curiosidad. Caminar las ciudades es entregarse a ellas, escudriñar sus recovecos, adentrarse en sus entrañas. Es, a mis ojos, más o menos certeros, la mejor forma de descubrirlas y desnudarlas, para volverlas a vestir en nuestra memoria cuando es tiempo de partir rumbo al hogar.

De este modo conocimos Oporto, dejándonos guiar por la brújula natural de los sentidos, eligiendo instintivamente el rumbo que tomar en cada encrucijada de caminos. Porto es una ciudad fascinante que conjuga a la perfección el abolengo de su historia con una apacible modernidad.

En uno de esos paseos, el último en la ciudad, tropezamos causalmente con un restaurante cuyo nombre despertó nuestra atención. Conociendo nuestra fascinación por el mundo de los libros, como ya comentáramos en Portugal, el fado ilustre de los libros, no es de extrañar que quedemos seducidos ante un restaurante denominado Book.

Tuvimos suerte al conseguir la única mesa libre del lugar ¿o fue el destino? La vida nos ha hecho creer más en las causalidades que en las casualidades. Pronto descubrimos que el restaurante fue proyectado sobre lo que fuera una antigua librería de barrio y con mucho juicio y tino, mantuvieron la identidad del espacio, eligiendo el mundo de los libros como leitmotiv de la propuesta que estábamos a punto de descubrir.

La original carta de Book, entregada entre las páginas de un libro, se divide en Prólogo – mientras lee el sumario (selección de cocktails), Introducción – para comenzar a probar el libro (selección de entradas), Primer Capítulo – los campos de cereales (variedad de pastas), Segundo Capítulo – peces del mar salado (pescados), Tercer Capítulo – carnes de los verdes prados (carnes) y Conclusión – dulces y frutas (postres).

La experiencia culinaria fue probablemente, la más disfrutable de todo el viaje, superando incluso, en calidad, elaboración, sabor y presentación, a otras propuestas experimentadas con estrellas michelín en su haber. Tanto el solomillo Wellington como el bacalao confitado, estaban excepcionalmente cocinados, en su punto justo de cocción y sabor. Hay que destacar la excelencia de los portugueses en general, y del equipo de cocina de Book en particular, en lo referido al cocinado de las verduras, que soliendo acompañar a los platos principales, se presentan al dente y muy sabrosas. La carta de vinos, cuidada y selecta, nos permitió descubrir un vino del Duero fantástico, Dalva, un cosecha del 2014 con seis meses de barrica. Un vino con cuerpo y cierto sabor a frutos rojos y especias, sublime. Para redondear el ágape, un cheesecake que nada tiene que envidiar al clásico neoyorkino, acompañado por un vino de Oporto, remate perfecto para una experiencia gastronómica de primera. 

El servicio de Book es impecable; atento, cordial y amable. Discreto y servicial, alejado del servilismo y el exceso. Disfrutar de una cena en Book nos regaló una de esas experiencias gastronómicas inolvidables, que dejan un poso de deleite en el recuerdo, agregando flores a la hermosa imagen de ciudad, atesorada en la memoria.

Caminar las ciudades dejándonos arrastrar por el instinto, nos ofrece un gran abanico de posibilidades, permitiéndonos descubrir y asombrarnos, dando pie a experiencias auténticas e inolvidables.

Restaurante Book & Bar
Rua de Aviz, nº 10 – Oporto
www.restaurantebook.pt