Rostros como metáforas | Jaime Clara

En 2008, la editorial Edhasa, editó un libro muy particular que se llamó Retratos. Aunque para mí son caricaturas. Más allá de las definiciones, el artista plástico argentino Pablo Bernasconi, hace un trabajo de acercamiento a los personajes que sorprende. Impresionado por esas ilustraciones, y con la idea de publicar en Montevideo, le realicé una entrevista por correo electrónico, que por diversas circunstancias, nunca salió. Es ahora, delicatessen.uy el mejor lugar para compartir algunos de esos retratos y la respuesta de Bernasconi.

¿Su libro Retratos es un libro de caricaturas?

No exactamente. Al menos de la manera en que yo concibo a la caricatura, como una herramienta que apela a exacerbar los rasgos fisonómicos, para identificarse con el retratado. En mi libro, aparecen personajes a los que ni siquiera les hice cabeza, otros las reemplazo directamente por objetos. Retratos es un libro en el que intenté construir cada personaje desde su entorno, contexto, aportando una reflexión personal mediante el uso de metáforas.

¿Cómo define su trabajo?

Lo que hago en definitiva, son ilustraciones cargadas de semántica. Imágenes que transportan un discurso precisamente planificado. Generalmente digo que utilizo el collage no sólo como técnica artística, sino también como mecanismo discusivo, como forma de relacionarme con el objetivo. Es una herramienta conceptual.

¿Cree que la ilustración de prensa ocupa un lugar de privilegio como una propuesta periodísticamente más?

Creo que debería ocuparlo, pero no estoy seguro de que en la mayoría de los medios se esté consciente de eso. La ilustración de prensa supone una interpretación más de la noticia, en paralelo con el texto. Supone un autor, una opinión, una toma de partido y una bajada acorde. La ilustración de prensa, si es buena, no es un adorno del texto, ni es ambigua.

¿Se siente más cómodo ilustrando artículos o realizando estas particulares caricaturas?

En general lo planteo cómo cosas diferentes, porque me insumen tiempos distintos. La ilustración para diarios por ejemplo, tiene una urgencia vertiginosa, que no tuvieron los retratos, en donde me tomé casi dos años para culminar la colección. Diferente al tiempo que necesito para terminar una ilustración editorial, que se cuenta en horas. De todos modos, ambas actividades me resultan cómodas, agradables. Una me entrena y me exige agilidad, la otra me hace reflexionar sobre mis propios mecanismos creativos, y me brinda espacio para experimentar.

Cuente el proceso creativo de uno de los retratos del libro. ¿Comienza a dibujarlo y busca los elementos para integrarlos luego? Parte de una caricatura y luego busca elementos para comenzar un collage? ¿Termina sacando una fotografía? ¿O escanea elementos y luego arma todo en la computadora?

Todo parte de un estadio inicial, extenso y preciso de investigación. Me rodeo de mucha información sobre cada personaje, exploro sus personalidades, entornos, vida, imágenes que lo rodeaban, etc. Esto me brinda más herramientas, no sólo para construir el retrato, sino para decidir qué es lo que voy a decir de él, qué es lo que puedo aportar desde la semántica. Luego viene la ineludible etapa de bocetos en lápiz, que utilizo como una manera de solidificar los pensamientos, de testear ideas. Luego reúno los elementos, fotografío, escaneo, pinto, dibujo, quemo, martillo, corto. Cada retrato es un mundo aparte, exige una técnica diferente, cosa que planteo en el prólogo del libro. Creo que se debe saber primero Qué decir, para luego decidir Cómo decirlo.

¿Ud. alude en el prólogo del libro a una mirada activa? Explique a qué se refiere

La mirada activa se sitúa del lado del lector, del público. Yo cuento permanentemente con eso, y utilizo los códigos comunes para generar una complicidad, evitando obviedades. Por ejemplo, armé a Rocky Balboa con pedazos de carne cruda, martillada y golpeada. Es una manera de trasladar mi sensación y mi deseo al lector. Casi dan ganas de seguir pegándole, de entrometerse con la imagen. Eso es mirada activa. Otro caso, para Edgar Allan Poe utilizo un gato erizado como pelo. Obviamente me refiero a su cuento “el gato negro” que el lector debe conocer, pero también tiene que ver con el imaginario que supone un gato negro con los pelos parados, hablando directamente del terror. Son cosas que yo planteé y el lector recoge.

¿A qué se refiere con los dos niveles de lectura de cada uno de los retratos?

Los dos niveles de lectura responden a distintos tiempos ante la observación del retrato. El primero es puramente estético y de reconocimiento, donde percibo formas, colores, y me encuentro con el rostro del retratado, ya sea por similitudes fisonómicas o por algún elemento icónico que me lo indique (Los anteojos de Woody Allen por ejemplo). Ahora, en el segundo estadio, encuentro construcciones mucho más complejas que aportan básicamente, sentido y profundidad conceptual (reconozco que los anteojos están hechos de recortes de film, y a la vez puedo si voy más profundo, reconocer que el film es Manhattan). Cada elemento está entonces vinculado a un anclaje que genera más y más discurso, que me acerca más y más al retratado. De esta manera cruzo los signos para construir mi metáfora.

¿Ud. maneja el mismo criterio plástico para ilustrar un cuento infantil que para elaborar un retrato como los de su libro?

Sí, plásticamente me manejo de la misma manera. La diferencia radica en que al ilustrar unos de mis cuentos infantiles, aprovecho la situación del matrimonio texto/ilustración. La aprovecho evitando redundancias. No voy a ilustrar lo que ya escribo, sino a aportar metáforas que el texto no indique, no mencione. En mi último Libro “Excesos y exageraciones” pongo en práctica este recurso. Por ejemplo, uno de los cuentos habla de una ciudad que crece descontroladamente en un espacio muy pequeño, mostrando el absurdo que significa el hacinamiento urbano cuando tenemos tanto espacio para vivir en realidad. La ilustración, cruza un manojo de edificios con una planta que crece dentro de una estrecha maceta. De esta manera puedo vincularme con la idea desde dos espacios, desde dos metáforas.

¿Cuáles fueron sus influencias plásticas?

En general me gusta hablar de influencias, a secas. No sólo estéticas. Creo que los artistas se nutren de una diversidad enorme de disciplinas, desde la música hasta el cine. Es así como puedo nombra a Fontanarrosa junto a Tom Waits y Roman Cieslewickz sin marearme. Por mi manera de trabajar, es más pertinente nombrar las influencias como algo muy heterogéneo, que excede completamente la plástica.

Sábat lo define de artista “original”. ¿Nadie hace ilustraciones como las que Ud. hace?

Es difícil asegurar que nadie haga exactamente lo que yo hago, al menos yo no lo he visto. Pero lo que si vi, es gente preocupada por vincularse con la imagen de la misma manera que yo, es decir, desde la construcción conceptual. Desde John Heartfield, Peret, hasta Brad Holland, pasando por el mismo Sábat, creo que muchos autores/artistas comparten esta pasión de tener algo que decir, controlando las herramientas.

Perfil

Nació en Buenos Aires en 1973. Es diseñador gráfico egresado de la UBA, donde fue docente de diseño durante 6 años. Comenzó su trabajo como ilustrador en el diario Clarín en 1998, y actualmente trabaja para diferentes publicaciones de todo el mundo. Sus ilustraciones se publican en The New York Times, The Wall Street Journal, Daily Telegraph y The Times, y publica regularmente una columna gráfica de opinión todos los domingos en el diario La Nación. Ha publicado libros infantiles, como autor del texto y de las ilustraciones, para adultos e ilustró a numerosos autores de diferentes nacionalidades (María Elena Walsh, Gustavo Roldán, María Teresa Andruetto, Ursula Wolfel). Ha recibido numerosos galardones por sus trabajos: Zena Sutherland Best Children Book of the Year (The University of Chicago, 2006), por Capitán Arsenio y 7 premios a la excelencia en la SND (Society of Newspaper Design), incluyendo la medalla de oro, entre otros. Dictó conferencias sobre ilustración y diseño en diferentes espacios y universidades: The University of Chicago (Estados Unidos), Feria de Edimburgo (Escocia); Diego Portales (Chile); Universidad de Buenos Aires, etc. Fue nominado por Argentina a los premios Andersen 2012, en la categoría ilustración. Participó en más de quince muestras colectivas e individuales, en Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Estados Unidos, Italia e Inglaterra. Actualmente trabaja desde Bariloche para Argentina y el mundo. Su página web es www.pbernasconi.com.ar