Entrevistas imposibles: Carlos Gardel en Medellín | Hebert Abimorad
veo a un hombre, más bien gordo, morocho y engominado, rodeado de un séquito, mi primera impresión es la de un grupo de mafiosos sicilianos. Pero no, porque Gardel me distingue y se me acerca, como si hubiera encontrado en mí al periodista uruguayo que lo va a entrevistar