Un brevísimo comentario de (sobre) Cicerón | José Luis Krede Rossi
Afirma Cicerón algo obvio, pero magistral: si tuviéramos una vida inmortal en la Isla de los Bienaventurados–, podríamos prescindir de la elocuencia –ya que no habría juicios, ni conferencias ni debates ni arengas– y de las virtudes mismas