Cuento inmoral | Jacinto Benavente
Hay dos palabras que me sublevan, me encienden la sangre y me obligan a sentirme capaz de todo: la palabra difícil y la palabra imposible.
Hay dos palabras que me sublevan, me encienden la sangre y me obligan a sentirme capaz de todo: la palabra difícil y la palabra imposible.