Los buenos deseos | Jaime Clara
Muchas veces saludos y buenos deseos parecen frases vacías, que se dicen por compromiso. ¿Por qué no cambiar la pisada? ¿Por qué no hacerle caso a esas frases que por repetidas da la sensación que no tienen valor?
Muchas veces saludos y buenos deseos parecen frases vacías, que se dicen por compromiso. ¿Por qué no cambiar la pisada? ¿Por qué no hacerle caso a esas frases que por repetidas da la sensación que no tienen valor?
Sin embargo, esta era la felicidad de los demás, felicidades materiales hechas de vainilla y de cartón coloreado, el panettone, para acabar pronto. Su felicidad personal era muy diferente, una felicidad espiritual, una mezcla de orgullo y ternura; espiritual, sí señor.
¿Cuándo fue la última vez que se detuvo usted a contemplar una flor, a mirar la dirección del río bajo el cielo de un atardecer o el halo que rodea a la luna ciertas noches?