La mala prensa de las madrastras | Omar López Mato

Cuando los huérfanos abundaban y en todo el mundo se pasaba hambre, surgieron estos personajes de cuento que quedaron estereotipados más allá del mendrugo de pan. La madrastra de Cenicienta le acerca el cuchillo a las hermanastras. “Córtate el dedo”, dice primero, y luego, a la segunda: “córtate el talón”. Sin dedos ni talón las dos, sangrantes, calzan el zapatito, pero ninguna logra engañar al príncipe. Tal es la crueldad