Belén, la gata gourmet | Alva Sueiras
Mi nombre es Belén. Soy una gata de ojos celestes y tengo un humano a cargo. Se llama Pedro y tiene el pelo blanco –como las nubes cuando pasean por el aire como montículos de algodón–. Es argentino. Siempre me gustaron los soñadores que llegan del otro lado del río, por eso lo adopté. Nunca le dije que es adoptado, cosa de no desequilibrar la paz del hogar ni embarrar los chacras. Vivo en Colonia, dentro de una comarca a pocos minutos del centro, aunque a mi poco me importa.