Guitarreando | Carlos Mendive

La había conocido en una guitarreada en lo de Antuña. Más que tocar bien, cantaba con gracia, de su boca grande y rosada, venía lo mejor de Doña Flor y sus Dos Maridos. Con un vaso de vino en la mano la observaba. Sentada, al borde de un sillón de pana verde, apoyaba en sus vaqueros la guitarra. Los dedos de su mano derecha no eran pretenciosos, daban un ritmo

Plaza Independencia

El examen | Carlos Mendive

Viajaron en ómnibus y trolley, conocieron la oscuridad de varios cajones, se mancharon con cortados cuando se pensaba abrirlos y de caña cuando fueron una acusadora compañía, conocieron la asfixia del portafolios, entre las afirmaciones de sus páginas se adhería la mostaza de algún frankfurter de la Plaza Independencia, anestesia amarilla para aplacar a gordos ansiosos