La noche de la cocina | Carlos Ma. Gutiérrez
Imagínate qué gil estaba yo esa madrugada, después de tres horas de trabajo en la milonga y dos de copas con los otros giles. Me desconoció: “¿Sos vos, Gordo?”
Imagínate qué gil estaba yo esa madrugada, después de tres horas de trabajo en la milonga y dos de copas con los otros giles. Me desconoció: “¿Sos vos, Gordo?”