
La torcida historia de la Muralla de Montevideo | Marcelo Marchese
Cuando Montevideo resultó ser apetecible, la corona española envió a especialistas en murallas para que decidieran dónde se ubicaría
Cuando Montevideo resultó ser apetecible, la corona española envió a especialistas en murallas para que decidieran dónde se ubicaría
Tito Livio a (59 a.C.-17 d.C.) fue un historiador romano que escribió una monumental historia del Estado romano en ciento cuarenta y dos libros Ab Urbe condita, desde la legendaria llegada de Eneas a las costas del Lacio hasta la muerte
Marceau, antes de crear a Bip usó sus habilidades de mimo para sacar a niños judíos de contrabando de la Francia ocupada por los nazis,
Uruguay ha sido y es tierra de caricaturistas e historietistas. En este rubro, llamado el noveno arte, se han destacado muchos artistas, que incluso han trascendido fronteras. O también son los personajes los que fueron exitosos en otros países. Tal
Artigas le escribió una carta a Barreiro donde afirmaba no ser “capaz de faltar a la fidelidad del santo matrimonio”, cuando ya había dejado de cohabitar con Rafaela y contaba con varios vástagos de otras relaciones.
Tres meses después del entierro, el 1 de marzo 1978, el ataúd fue sustraído y la familia recibió una carta donde se pedía un rescate de seiscientos mil. Lady Chaplin se rehusó a pagar semejante suma: “Charlie lo hubiera considerado ridículo”,
El señor Gardel canta maravillosamente. Me han cautivado sus melodías, sencillamente admirables, y me ha cautivado también su orquesta cubana, que interpreta con rara perfección sus melodías argentinas.
Sólo somos la azarosa interacción entre genes mutantes y ambientes cambiantes en un mundo plagado de peligros y sinsabores
La intensidad de luz y la claridad de los cielos mallorquines, que tantas veces había captado y plasmado con insuperable maestría en sus lienzos, ejercieron de imán y allí comenzó su vaivén.
Grigori Rasputín murió asesinado por aristócratas rusos temerosos del poder que ejercía sobre el Zar y su familia. A pesar de recibir dosis de veneno que acabarían con un ejército, el monje debió ser ultimado a balazos.
El 28 de octubre de 1931, Carlos Gardel se embarcó en el Conte Rosso que, desde Buenos Aires, le llevaría hasta Europa de nuevo, aunque esta vez viaja sin guitarristas, sin compromisos artísticos por el momento, lo que le permitirá
George Orwell, escritor , vivió y trabajó en una librería Pero contrariamente a lo que podría pensarse, no solo no disfrutó en el oficio de vender libros sino que llegó a detestarlo.
Esta semana murió la escritora y docente Susana Cabrera. Montevideana de nacimiento y tacuaremboense por adopción. En 2012 Jaime Clara le escribió una carta.
Era tan porteño como la calle Corrientes y quizás lo fuera más que el obelisco, porque Fidel Pintos, con sus personajes y letras de tango, captaba la esencia de esa ciudad en la que nació.
Confirmada la presencia del cadáver de la primera dama, se planteó qué hacer con su cuerpo. La familia Duarte, en el exilio, no podía acogerlo. La Iglesia prohibía, en ese entonces, la cremación. Algunos miembros de la Armada aconsejaron llevarlo a una lejana isla en el Atlántico Sur.
Una baraja no parece en principio algo demasiado peligroso. Al menos así debieron de pensarlo en la prisión estatal de San Quintín, ya que permitían que los presos tuvieran barajas en sus celdas
En un ambiente distendido, Gardel, sentado en una posición algo incómoda, mira a la cámara, mientras que Gloria dirige su mirada a las anotaciones que el reportero realiza afanosamente.
Llevaban consigo lo imprescindible. Vestuario de aire gauchesco, bombacha de campo, cinturón ancho de cuero o faja de varias vueltas, botas de potro y el infaltable poncho.
La fama de seductor, de la que hacia ostentación en su show, era solo fruto de su frondosa imaginación. Las tres mujeres a las que amó y a las que les propuso matrimonio lo rechazaron. Benny Hill, desde entonces, vivió solo
Mi padre había muerto. Lo hizo sin previo aviso. De forma repentina. Poco tiempo después me armé de valor y fui a enfrentarme con la casa que había dejado vacía para clasificar toda su vida en cajas de cartón.
En el muelle había una barrera de guardias de la Marina que no dejaban acercarse a nadie mientras bajábamos. Luego pasamos al edificio de Aduana donde primero nos controlaban los documentos y después pasábamos a retirar las maletas,
En Montevideo hay una calle y una plaza en su honor. En El Tala hay un monumento y un parque en su memoria y la que fue su casa será museo y taller de artes y oficios rurales, merced a un convenio de autoridades de Galicia con la Intendencia de Canelones.
La prensa nacional e internacional se hizo eco del asalto de las monjitas. Los testigos, desde los empleados del local bancario, inclusive el gerente, habían reaccionado con estupor al ver dos hombres con hábitos de religiosas….
Manuel Puig y Chavela Vargas, dos íconos en su área artística, uno en las letras y otra en la música, pero ambos comprometidos con sus causas personales, frente a la intolerancia. La gran pluma de Hinde, reflexiona sobre los elementos que cruzan a Puig y a Chavela.
Lavoisier, el padre de la química moderna fue acusado, en la Revolución Francesa de haber conspirado contra el pueblo por haber pertenecido a una empresa recaudadora de impuestos. Esta fue razón suficiente para ser condenado a morir en la guillotina.
En junio de 2009, a mi regreso de Santiago de Compostela, con gran impaciencia lo primero que hice fue dirigirme al taller de Isidoro para comentarle que su historia estaba incluida en un libro publicado en idioma gallego primero, después se publicaría también en castellano.
Lo que había en ese disco no era para nada conocido por nosotros. Las guitarras sonaban muy fuerte, y distorsionaba bastante, porque aunque el equipo de música era de una marca alemana, -Punktal-, era antiguo y quién sabe si era el viejo «tocadiscos» o los «locos» que lo habían grabado.
«Dios nos puso en esta ciudad por no saber donde diablos ponernos» proclamaba el lema de la revista Peloduro en 1943. Su creador fue Julio E. Suárez. Cuando le pedían una autodefinición respondía que «nunca tuve auto ni definición. No me alcanzan la plata ni los méritos.»
Por las migraciones y el mestizaje, los charrúas hacía años que habían perdido la pureza mezclándose con las tribus a las que sometían. ¿Eran acaso los huesos de un jefe charrúa, o algún burócrata los había guardado en el lugar equivocado? Vaya uno a saber…
También le debo la vida a que mi padre y mi madre se encontraran, y es muy curioso, pues la vida de todos nosotros no sería lo que es, o no sería nada, si no se hubieran dado una suma de circunstancias cuya armonía secreta desconocemos.
cuando este sábado oigo de su muerte, no pude contenerme y volver a escuchar La belleza, una de las canciones más hermosas que se hayan escrito en lengua castellana. Y asumo el riesgo. “Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo. Ese viaje hacia la nada, que consiste en la certeza de encontrar en tu mirada la belleza…”
Quizás la mente se libere demasiado y empujada por los sentimientos comience a buscar con ansias «cosas» del pasado. Si le damos libre albedrío, habrá que estar preparado porque, así como ocurre con la meditación, si profundizamos demasiado, quizás las «casualidades» comienzan a converger y entonces… ¡lo inesperado puede llegar a suceder!
Cuando estaba por llegar al apogeo de su fama, cuando solo él sostenía el cetro de la sabiduría, cuando su figura se alzaba gloriosa sobre las marquesinas de los teatros, Toby, el chanchito sabiondo, dejó abruptamente y para siempre, no solo el mundo del espectáculo, sino la vida misma.
Para viajar a Montevideo, Isidoro Manuel tenía que comprar zapatos, pues no tenía otro calzado que zuecos y zapatillas. Su madre pensó entonces que debería llegar más presentable a Uruguay, donde había gente culta, educada, según le contaba su hijo Manuel en las cartas que le escribía.
Acorde a una promesa, al comienzo pensé nada más que en un pequeño escrito de varias páginas para expresar mi sentimiento y sensaciones que se produjeron después del encuentro sorpresivo con mis compañeros de la Escuela de los Hermanos pasados nada menos que, ¡once lustros!
No está en nuestro ánimo dedicarle más de lo que se ha hablado a la película Guasón o todo el marketing que se viene de cara a la ceremonia de los Oscar. Este texto pretende reivindicar al actor que personificó al primer Jocker, al emblemático César Romero Jr.
Otro caso atípico de emigrantes gallegos, el de los hermanos Ángel y Manuel Rodiño, que no integraron el rubro de la gastronomía u hostelería. Bbuscaron su porvenir en el ramo de la industria y mecánica naval.
Su muerte no impidió que se siguieran produciendo desgracias entre aquellos que lo conocieron y quisieron en vida. Muchos de sus amigos acabaron de la misma manera que el propio Quiroga. Sobre su suicidio su amigo y escritor Leopoldo Lugones dijo: «se mató como una sirvienta».
Ahora ya no reía, sonreía beatíficamente. Seguramente no habría imaginado que sentarse lo iba a llevar a la historia de Entre Ríos. Pero su asombro era menor al de Tomás, que con los ojos abiertos como platos seguía la historia, y aportaba detalles, casi sin respiración.
Patxi Andión, un madrileño nacido en 1947, que se destacaba por su voz ronca, melodías tranquilas y composiciones profundas. Alejado de los grandes escenarios, dedicado a la docencia, luego de haber hecho cine y teatro, Andión se hizo un tiempo para conversar en el programa “Sábado Sarandi”.
Cuando llegó a Uruguay, Consuelo solo hablaba en gallego, su lengua natural. Tenía vergüenza y temor de que se riesen de ella cuando hablara, de hecho así ocurrió algunas veces, entonces optó por el silencio absoluto y no hablaba con nadie, salvo con su tía y sus primas
El 15 de septiembre de 1934 vi la luz en Covas do Río, parroquia de Zarracós, municipio ourensano de A Merca. A mis diez años de edad toda nuestra numerosa familia se trasladó a Vilanova dos Infantes. Allí conseguimos lugar
Ocho días después, otro periódico de Ohio, The Ohio Democrat, señaló abiertamente a las bibliotecas como las culpables de una infección de escarlatina, por no haber desinfectado los libros de forma adecuada.
Esta es la triste, triste historia de un expolio autorizado por el gobierno de Uruguay, certificado por arqueólogos y ratificado antes de que se hiciera el estudio científico que merecen los restos de un buque español hundido en 1812. Ninguno de los hechos ha sido tenido en cuenta por el Gobierno español
Mantener vivo de contenidos un espacio web no iba a ser tan sencillo con la losa de dos agendas abultadas. Con mucha ilusión y cierto pudor dimos el salto dando a conocer nuestro pequeño proyecto desde la distancia. En aquel momento estábamos disfrutando de nuestros últimos días de vacaciones
«El sueño de todo emigrante, regresar a su lugar de origen con toda la familia. Algunos lo logran aunque sea una vez en su vida. En 1968 volvemos los cuatro de la familia a España durante tres meses. A mi regreso, mi socio prácticamente había fundido todo. En 1974 compré su parte y quedé solo.
Tantos atardeceres tuve la suerte de ver sobre el mar de Puerto Colombia que podría decir que fue allí donde aprendí sobre la levedad, eso de dejarse ir como las nubes, no importa si son majestuosas y blancas como las del invierno de enero o lánguidas como pinceladas en los ocasos posteriores a las tormentas
En 1922, Alfonsina frecuentaba recurrentemente la casa del pintor Emilio Centurión, de donde surgiría posteriormente el grupo Anaconda. Allí conoció a Horacio Quiroga, que había llegado de su refugio en San Ignacio, Misiones, durante el año 1916. Su personalidad debió atraerla.
El guionista, director, presentador y gestor de una catarata de ideas que revolucionaron a la televisión española murió en Madrid a los 83 años con plena lucidez y con la promesa de filmar una nueva película
A veces me pongo a meditar en la casa de Parañes. El medio de vida de mi padre y toda la familia dependía de un camión, pero en la comarca viguesa y más allá, el trabajo era muy escaso en aquel tiempo…
Sus pies pequeños, femeninos, recorrieron playas, desiertos, ciudades, pampas, montañas y llanos, en busca de una dulce melodía que alegrara el canto de todos y su propio canto. Humilde, todo corazón, compuso las canciones más bellas que se puedan soñar para un ser amado.
León surge de golpe, metida en un gran pozo. Es una ciudad mediana, muy agradable, con una buena calidad de vida aparente. Su casco antiguo, bonito y movido, incluye una catedral gigantesca, que rivaliza con la de Burgos.
Transcurría el año 1976 y Yupanqui se encontraba descansando en Mallorca. Habíamos paseado por la isla, comido asado en casa y tomado mate con mis padres, recordando sus tiempos de domador en Cardona, que curiosamente coincidían con los años en que mi padre tropeaba y embarcaba ganado desde la estación La Lata, en trenes con destino a La Tablada, en Montevideo. Estas reuniones eran casi un ritual para él: Traer yerba mate para mis padres, algún otro obsequio y luego pasarse una tarde en nuestra casa del barrio San Agustín, charlando de los viejos tiempos.
Para que no se crea que el café Zunino era solamente lo que puede deducirse de esta crónica, corresponde señalar que desfilaron por su tabladito los más célebres bandoneones de la época, que ofrecieron renombrados conciertos. El gran Arolas, compitiendo con el Tano Genaro que tocaba enfrente, en el café de Chichilo, y Pacho Maglio, rivalizando con Santa Cruz, que estaba en el viejo Tupí, son entre otros, la prueba de que se trataba allí de ofrecer cierta calidad.
El prolífico autor Juan Antonio Varese publicó el presente año una interesante obra llamada «Personajes y tertulias en Cafés y Bares de Montevideo», editada por Planeta, cuya segunda edición ya está disponible en las librerías. Se trata de un libro de largo aliento, cuya información ha sido recopilada con infinita paciencia, determinación y persistencia a lo largo de más de una década.
Y reflexionaba sobre que el San José de hoy no es el mismo de ayer. Muchos cambios han hecho mucho más funcional y moderna la ciudad. San José de Mayo mantiene los mismos olores, los mismos tonos de luces, los mismos ritmos. Eso hace que, quienes nos hemos alejado, todavía, cada vez que vamos, nos sigamos sintiendo en casa.
A diferencia de su trabajo periodístico como caricaturista donde es famoso su estilo sin palabras, en sus libros Sábat, además de dibujar, incluye comentarios y digresiones de a modo de comentarios biográficos. Sin embargo no hay que creer todo lo que se ve, ni todo lo que se lee. Y esto es parte del mérito del libro: los dibujos son el resultado de la creatividad infinita del artista, aunque no importe que los textos sean de dudoso rigor histórico.
El aqua vitae conservaba la juventud, reanimaba el corazón, curaba el cólico, la hidropesía, la parálisis, la cuartana, tonificaba los músculos, calmaba los dolores de muelas (uno tiembla al pensar en los dolores de muelas en aquella época terrible) y ahuyentaba la peste.
Hugo García Robles escribió que “para un adolescente que lo conoció en sus primeros poemas, es inexcusable confesar que Sarandy fue una sabia influencia, arisca y avasallante, que a veces desde un humor ácido, burlándose de Nuñez de Arce en paródicos recitados o poniendo sobre la mesa los poemas de Antonio Machado o Pessoa, era capaz de sacudir y desencadenar en su joven interlocutor de entonces, un interés y un rigor por el arte.
No sabemos mucho de las rutinas de Álvaro Cunqueiro porque él nunca tuvo mucho interés por airearlas. No llevaba un diario ni dedicaba sus artículos a complacencias autorreferenciales. Prefería, en vez de glosar los recorridos por sus estancias interiores, dejar noticia exacta del asombro que le iban despertando las cosas del mundo.
Omar Gutiérrez forma parte del paisaje maragato. Es muy común verlo tomando mate en la Plaza “Treinta y tres” o transitando por las calles de la ciudad. Las pocas veces que he ido a San José en los últimos años, lo sigo viendo saludando, de buen humor y tomándose una pausa para sentarse a conversar con quien lo demande.
Nací en 1916, en Entre Ríos, Argentina. Mis padres son uruguayos, pero mi madre tenía toda su familia uruguaya en aquella provincia. Mi abuelo era vasco. Puso un establecimiento de campo en el departamento de Soriano, en Palmitas, en la zona del arroyo Cabelludo. Estoy hablando del tiempo de Latorre. Había enfrentamientos permanentes y los colorados le carneaban los animales porque él era blanco. Como le carneaban mucho, decidió irse para Entre Ríos con toda la familia.
Sopla. Gime el viento del pueblo. Gime. Sopla como en un cuento. Como en un sueño. Sopla con colores y el gurí dibuja al viento, con lápices de viento, en medio de la calle. Pierde la gastita alpargata rueda (azul) y en el papel de astraza de la almacén insiste en dibujar los íntimos colores del viento.
En fin, que en cuanto vi la estética de la ciudad entendí su elección. Mi hijo tiene tatuajes, caravanas y el pelo de colores desde hace tiempo y allí era uno más. Incluso las señoras mayores que uno se cruza rumbo a la feria suelen tener el pelo azul, violeta, rosado o naranja, dejando atrás aquello de peinar canas. Una ciudad llena de rock. Llegué y me dijo “tengo seleccionado los sitios a los que llevarte”.
En dos años nuestras expectativas se vieron superadas. Los lectores, generosos y críticos, cada día demandan contenidos, que hemos podido satisfacer gracias a una red de colaboradores y aliados confesos que jamás se nos hubiera imaginado generar.
El Brighton Pier (Muelle de Brighton) es uno de los muelles más antiguos y largos del mundo. Mide aproximadamente 524 metros. Su construcción comenzó en 1891 y fue abierto al público en mayo de 1899. Es también uno de los muelles más visitados del mundo.
Siendo niños mi hermano reunía aquellas estampitas de los jugadores de la liga que intercambiaba con sus secuaces en el patio del colegio. Como buena hermana menor mi lema en la vida se resumía en la frase “culo veo, culo quiero”, y a fuerza de pataleta conseguí que mi madre también comprara estampitas para mi “colección”. Por algún misterio de la naturaleza, mi repertorio siempre se reducía a una triste y única figurita mientras que mi hermano acumulaba un fajo al más puro estilo Rockefeller.
Los viajes a Colonia están impregnados en mi memoria por sus paisajes, por sus personajes y sus sabores. Recuerdo, con precisión de esgrimista ruso, las paradas obligatorias en Nueva Helvecia.
De aquellos inmigrantes heredamos la melodía de nuestro lenguaje y también su tradición culinaria, como por ejemplo el puchero y los potajes. La fiebre por el asado, por un lado, y la penetración de otras culturas culinarias han ido relegando a un segundo plano a las recetas canarias salvo el puchero.
Tenía un amigo que cuando fue a París, se sacó los lentes de sol, para que nada interfiriera cuando vio por primera vez la torre Eiffel, porque no quería que nada se interpusiera entre su ojo y la imagen en vivo del símbolo de su adorada Francia, con el que había soñado toda su vida.
Se exhibió Lumière d’été de Jean Grémillon y La rose et le réséda, basada en un poema de Louis Aragón, además de algunos fragmentos no editados de La huída, película en 16 mm en filmación por el grupo de fundadores. La convocatoria agotó las 400 entradas de la sala a un costo de $1 cada entrada.
Dejemos que el perfume a jazmines con el que Nancy inauguraba cada feria, junto a la música que llegaba de la mano de Renée Pietrafesa o Cristina García Banegas. El libro en cuestión es un admirable recorrido por una voz potente, a la vez sigilosa, suave, sin estridencias. Un tono, un ritmo, cargado de silencios, como los de las siestas en la localidad de José Batlle y Ordoñez, en el departamento de Lavalleja, o de la muy cercana Nico Pérez, en Florida. Están ahí, una al lado de la otra.
Aquellas navidades las pasé sola. El 24 de diciembre de 2000 cené en la Baguetina Catalana, una cadena de bocadillos, en su local de las Ramblas, teniendo por compañía, sentados los dos a la barra, al cowboy de cobre que trabajaba como estatua humana a la altura del mosaico de Miró; allí donde 17 años después, detendría su carrera mortal, Younes Abouyaaqoub. Podría haberme sentido horrible, triste, sola, desconcertada inclusive. Sin embargo no. Había en mi una mezcla de libertad y principio de realidad. Este es el lugar que elegí habitar, ahora esta es mi casa y comencé a llenarla de amor.
Parece que fuera ayer que empezáramos a coquetear con la idea de tener un espacio online en el que compartir el relato de nuestros pequeños placeres, tan propios como mundanos, desempolvándolos del anonimato de las conversaciones mínimas que en general, quedan al resguardo del petit comité. Dos años desde que empezáramos a fantasear con la idea y uno desde que este proyecto al que llamamos Delicatessen.uy, viera la luz.
En la distancia entre aroma y sabor los convocados a la mesa transitan imantados. Una infinita secuencia de instancias intercepta la llegada del plato a cada sitio. Los detalles dispuestos murmuran sobre el mantel perfecto. Las humorosas ollas que cantaron antes ya volcaron con generosidad sus contenidos en fuentes de origen innombrable.
A los veintisiete años me fui a vivir a Uruguay y allí me quedé casi otros veintisiete, que no se cumplieron por cuestión de días. Cuando se acercaba ese vigésimo séptimo aniversario, pensé: ‘Si llego a pasar un día más de los veintisiete años acá, ya no me iré jamás’. Empecé a pensar que así sería, pero las cosas se dieron de manera diferente y, pocos días antes de que llegara el vigésimo séptimo aniversario de mi llegada a Uruguay, compré un boleto de regreso a México que a esta altura más bien parecía de ida. Para amortiguar mi repatriación, pasé antes diez días en Jerusalén.
Todos tenemos costumbres heredadas de nuestra familia. Algunas tan antiguas que no podríamos rastrear, en nuestro árbol genealógico, quién fue el primero en practicarlas. Otras, simples y grabadas en nuestro ADN como huellas del pasado. El mundo del vino tiene muchas de estas historias, de tradiciones pasadas de generación en generación, de abuelos inmigrantes y de recetas de familia.
De ahí que mi primera reacción fue, en estos tiempos de hiperconexión, poner un tweet que decía «¡Qué macana cuando te das cuenta que un lugar no es lo que era!» Como no daba detalles, las respuestas fueron tan variadas como interesantes. Para muchos mi enigmática frase tenía que ver con Uruguay como país, otros reflexionaron sobre cuando el cambio sucede con las personas, pasando por los valores de la sociedad, los límites y el principio de autoridad.
La novela “La misteriosa llama de la reina Loana» de Umberto Eco, tiene mucho que ver con la memoria. Con la memoria perdida, con la memoria recuperada, con la memoria afectiva. Trata de un hombre que de un día al otro pierde su memoria, tras un accidente que tampoco recuerda.
Como que han desaparecido. Uno ya casi no los escucha. Fueron compañía en remolonas mañanas o en siestas calientes. Sin embargo, están en vías de extensión: los gritos y sonidos callejeros.
El escritor Carlos Liscano describió que “en Montevideo el viento viene del río, viene del norte, viene del este, viene del oeste, se mete en las calles, invade las casas, entra en la cabeza de la gente, la vuelve descreída, pesimista y gris. Por culpa del viento a los tres meses de haber nacido el montevideano adquiere las características nacionales para toda la vida. Viento y humedad, eso es Montevideo.” Por suerte, en San José de Mayo no hay de esos vientos. Ya es un buen comienzo para diferenciarnos de la capital del país, aparte de los 92 kilómetros que nos separan.