El sueño | Joaquín Doldán
Comencé a caminar más rápido. De una casa en la esquina de Charcas, que creía abandonada, apareció una anciana. “Volvé rápido a tu casa. Te sigue el Diablo”, me dijo
Comencé a caminar más rápido. De una casa en la esquina de Charcas, que creía abandonada, apareció una anciana. “Volvé rápido a tu casa. Te sigue el Diablo”, me dijo