Lo que no me gusta no lo hago | Marianella Morena

Marianella Morena (Montevideo, 1968) es dramaturga, directora de escena y docente.

Un sabor de la infancia
Las torrejas (en día de lluvia) que hacía mi abuela paterna en el campo.

Una manía confesable
Cuando te atienden en un comercio, hablan con otra persona a la vez, y jamás te miran a los ojos.

Un amuleto
He trabajado duro para no tenerlos… Y antes de irme a dirigir a Barcelona, una persona especial me regaló uno que ya lo tengo adosado a la piel.

El último libro que leí
Leo varios a la vez, Hermanas de Pascal Rambert, Historia de la verdad de Roberto Blatt, Maldad líquida de Zygmunt Bauman.

Una película que me marcó
Muchas y aún lo siguen haciendo. Todas las de Chaplin, Woody Allen, Fellini, Almodóvar,y Lars Von Trier.

Algo que evito
Lo que no me gusta no lo hago, o lo manifiesto, en caso de no poder evitarlo.

Si pudiera volver a empezar sería
Lo más libre posible.

Un lugar para vivir
Montevideo, Madrid.

Un lugar para volver
La Habana, Berlín, San Sebastián, Madrid.

Una materia pendiente
Ordenar mis cosas, en el sentido más amplio y mínimo del término.

Un acontecimiento que cambió mi vida
No creo en los grandes acontecimientos, o en las situaciones excepcionales, cada día de tu vida es un gran acontecimiento.

El escritor definitivo
¿Por qué siempre uno? Es imposible… Beckett, Sófocles, Virginia Woolf, Lipovetsky.

Algo que jamás usaría
Pantalón deportivo de algodón y holgado, crocs, pelo recogido con pinza.

La última vez que pensé “tierra, trágame”
No presto atención a ese punto de vista, seguro me pasa a menudo, pero no le doy importancia.

El lugar más feo del mundo
Las comisarías.

Una rutina placentera
Escribir, pensar, escribir.

Me aburre
La queja.

Una extravagancia gastronómica que frecuento
Omelette con miel y jengibre.

Una canción que aún me conmueve
All you need is love.

Un restaurante que nunca falla
La Fonda, Álvarez.

Algo que cambiaría si pudiera
El valor del dinero.

El valor humano que más admiro
Me encanta el ser humano en toda su complejidad, por eso me dedico al teatro.

Una última palabra
Libertad.