Igor Yebra (Bilbao, 1974) es bailarín clásico, coreógrafo y maestro. Director del Ballet Nacional del Sodre. Recibió su formación en la Escuela de Víctor Ullate en Madrid de la mano de Karemia Moreno. Debutó como profesional en el Ballet de Víctor Ullate (1988-1996). Cuando emprendió su carrera en solitario, entró a formar parte del Australian Ballet (1997-1999). Su carrera internacional como intérprete ha pivotado principalmente sobre tres ejes: su relación con la escuela francesa a través de Charles Jude y su larga colaboración con el Ballet de la Ópera de Burdeos (2002-2016), donde ostentó la categoría de étoile durante una década; su relación con la escuela italiana mediante Carla Fracci y su colaboración como primer bailarín invitado con el Ballet de la Ópera de Roma (2002-2012); y su reconocida admiración por la escuela rusa y su trato cercano con Yuri Grigorovich, gracias al que protagonizó uno de los mayores hitos de su carrera al convertirse en primer bailarín no ruso en bailar en rol protagonista de Iván el Terrible en el Palacio Estatal del Kremlin, en 2004. Ha bailado como invitado en numerosos espectáculos y giras con multitud de compañías internacionales de los cinco continentes como el Ballet Nacional de Cuba, La Scala de Milán, el Scottish Ballet, Ballet Nacional de Lituania, Ballet del Kremlin, Ballet Argentino de Julio Bocca, Teatro San Carlos de Nápoles, Ballet de la Arena de Verona, Atterballetto, el Ballet del Teatro de Ekaterimburgo, Ballet Estatal de Georgia, Ballet del Teatro Estatal de Bashkiria, Ballet del Teatro de Kazán, Ballet Nacional de Hungría, Ballet Nacional del Teatro de la Ópera de Sofía, Ballet Nacional Sodre de Uruguay, Ballet Nacional de Venezuela, Ballet de la Ópera de Leipzig, Ballet Nice Méditerranée, Ballet de la Ópera de Limoges y Ballet de la Ópera de El Cairo.
Un sabor de la infancia
Las rosquillas de mi abuela.
Una manía confesable
Una vez abierta la bolsa de patatas fritas terminarla!!! Jajajajaaja.
Un amuleto
No tengo.
El último libro que leí
La tregua.
Una película que me marcó
Tantas.
Algo que evito
La mediocridad.
Si volviera a nacer, sería
Bailarín.
Un lugar para vivir
El mundo.
Un lugar para volver
Mi casa.
Una materia pendiente
Ufffffff……
Un acontecimiento que cambió mi vida
Nacer y bailar.
Un escritor definitivo
No existe. Sería un delito escoger solo uno.
Algo que jamás usaría
Un arma y nunca me atrevería a decir jamás en la vida solo hay una sola cosa única.
La última vez que pensé “tierra, trágame»
Me pasa a menudo.
El lugar más feo del mundo
Hasta los lugares más feos tienen su parte de belleza.
Una rutina placentera
Leer.
Me aburre
Escuchar a políticos que prometen y luego hacen lo contrario.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
No me gustan las extravagancias, soy más de cosas sencillas pero ricas.
Una canción que aún me conmueve
No me gusta tener que elegir ni una canción, ni un libro, ni una película, ni ni ni; es limitarse.
Un restaurante que nunca falla
El bar de mi amigo Paco en Bilbao «El Alameda».
Algo que cambiaría si pudiera
Lo que me gustaría que cambiase en el mundo no está en mi mano , aunque se intenta y quien sabe si poco a poco…
El valor humano que más admiro
La constancia , el trabajo , la pasión…
Una última palabra
Gracias.