Alejandro De Barbieri (Montevideo, 1971) es psicólogo clínico, egresado de Universidad Católica del Uruguay, logoterapeuta, (Fundación Argentina de Logoterapia “Viktor E. Frankl”). Fundó y dirige de CELAE, Centro de Logoterapia y Análisis existencial. Coordinador y docente de los primeros cursos de Logoterapia, CELAE. Realizó un Doctorado en psicología en la Universidad de Flores, Buenos Aires, Argentina. Dicta cursos y conferencias sobre Logoterapia desde el año 1995 en Uruguay, Argentina, Paraguay, México, Colombia, Perú, España e Italia. Es docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de la materia Análisis Existencial. Es autor de los libros Economía y felicidad (2012) y Educar sin culpa: optimismo y entusiasmo para padres y docentes (2015).
Un sabor de la infancia
aroma en la casa de mis abuelos en Lascano
Una manía confesable
Coleccionar mates de madera de algarrobo…
Un amuleto
El crucifijo de la primera comunión
El último libro que leí
“La sociedad del cansancio” Byun Chun Hal
Una película que me marcó
En busca del destino (matt Damon y robín williams)
Algo que evito
El pesimismo
Si pudiera volver a empezar sería
Actor
Un lugar para vivir
Ciudad de la costa, Canelones , Uruguay
Un lugar para volver
La Paloma
Una materia pendiente
Tocar un instrumento musical
Un acontecimiento que cambió mi vida
La muerte de mi tío Luis
El escritor definitivo
Julio Cortázar
Algo que jamás usaría
Calzoncillos largos
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Una vez que en Teatro Solis, una señora me reconoció y vino corriendo a abrazarme y saludarme de manera estrepitosa digamos ..
El lugar más feo del mundo
La ausencia del otro
Una rutina placentera
Escribir
Me aburre
La mediocridad
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Verduras salteadas al disco, con salsa de soja y mostaza
Una canción que aún me conmueve
Asilo (Drexler, Salvavidas de hielo)
Un restaurante que nunca falla
Lo de Silverio
Algo que cambiaría si pudiera
La Educación en nuestro país
El valor humano que más admiro
La generosidad
Una última palabra
Paz