José Rilla (Montevideo, 1956) es Profesor de Historia, Doctor en Historia en la Universidad Nacional de La Plata (Buenos Aires), Profesor e Investigador titular Grado 5 de Historia Contemporánea en la Facultad de Ciencias Sociales y en el Departamento de Ciencia Política; Historia Económica en la Facultad de Ciencias Económicas. Es Decano de la Facultad de la Cultura del CLAEH, Coordinador de la Maestría en Historia Contemporánea. Es además Director de Cuadernos del CLAEH. Premio Morosoli de Plata en ciencias sociales e investigación histórica. Algunos de sus libros, El joven Quijano (1900-1933), La mala cara del reformismo. Impuestos, Estado y política en Uruguay, 1903-1916, Historia contemporánea del Uruguay: de la Colonia al Mercosur en colaboración con Gerardo Caetano y La actualidad del pasado: usos de la historia en la política de partidos del Uruguay: 1942-1972, con el que obtuvo el Premio Bartolomé HIdalgo.
Un sabor de la infancia
El pan marsellés tibio, con manteca y azúcar
Una manía confesable
Escuchar radio, de punta a punta
Un amuleto
No
El último libro que leí
El Real de Azúa que escribió Valentín Trujillo
Una película que me marcó
Nos habíamos amado tanto
Algo que evito
Las reuniones sociales de más de 5 personas
Si pudiera volver a empezar sería
Ducho en el arte de cabalgar, al trote. Creo que desde allí se ve bien
Un lugar para vivir
Acá en Cordón Sur, allá frente al Betete
Un lugar para volver
Roma
Una materia pendiente
La guitarra. Creo que pudo haber sido
Un acontecimiento que cambió mi vida
La muerte, tan pronto, de mis padres
El escritor definitivo
Borges
Algo que jamás usaría
Bigote sin barba
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Cuando insulté a un vecino que destruía con su perro mi pequeño jardín de la vereda
El lugar más feo del mundo
No tengo tanto mundo. Los barrios pobres de El Salvador
Una rutina placentera
El mate de la mañana
Me aburre
Las policiales y el deporte en los informativos de TV
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Soy un desastre: no las busco; si no las encuentro por azar, no las frecuento. El flan de coco es para mí extravagante, según mi médico
Una canción que aún me conmueve
Solitude , cantada por Nina Simone o Billy Holliday
Un restaurante que nunca falla
El de mi hermano Juan, Ducon, en Durazno y Convención
Algo que cambiaría si pudiera
La basura de la ciudad (los que ensucian, los que no limpian), la polución de autos y ruidos
El valor humano que más admiro
La generosidad
Una última palabra
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Foto: El Observador TV