Manuela da Silveira (1982), conocida popularmente como Manu, es Licenciada en comunicación social, actriz, presentadora de televisión y humorista. Egresada de la Universidad Católica del Uruguay y continuó sus estudios en México. Trabajó como guionista en Televisa. Debutó en teatro en espectáculos de stand up y luego desarrolló otros unipersonales, el último, Las Manolas, dirigido por María Mendive, que lleva dos temporadas en cartel. Durante años codirigió con Cecilia Bonino y Pablo Fabregat el programa Sonríe, te estamos grabando, de Teledoce. En 2012 presentó una suerte de autobiografía, Manu: de 0 a 30 (30 años de pastafrola), y en 2015, Comer y reír: manual para acercarse a la cocina con alegría, en coautoría con la chef Ximena Torres.
Un sabor de la infancia
El tuco de mi abuela Mamama. Su olla le daba un sabor especial y un aroma que a veces encuentro en algún pasillo y por alguna callecita. Se lo poníamos a la polenta y a sus ñoquis caseros.
Una manía confesable
No me gustan para nada las hierbas saborizando panes. Las rechazo con una fuerte intensidad.
Un amuleto
Un cuenco que me regaló mi amiga Vito. Es chiquito y lo llevo conmigo al teatro siempre.
El último libro que leí
El hermano mayor de Daniel Mella.
Una película que me marcó
El eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Y el documental Innsaei. Puf.
Algo que evito
El helado. Siento que mata el fuego digestivo. Jaja.
Si pudiera volver a empezar sería
Lo mismo que soy. Con un poco más de paciencia.
Un lugar para vivir
Montevideo o El Bolsón.
Un lugar para volver
El Bolsón. México, siempre es lindo volver a México.
Una materia pendiente
Estudiar diseño gráfico.
Un acontecimiento que cambió mi vida
El nacimiento de mi sobrina Milagros.
El escritor definitivo
Piglia.
Algo que jamás usaría
Las hierbas saborizadas. El helado. El taco aguja.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
Muchas veces siento eso… cuando estoy por salir a actuar. Es una defensa. Un mecanismo que intenta protegerme de la exposición que se avecina. Pero es pasajero. Una previa casí que cabalística.
El lugar más feo del mundo
El lugar de víctima.
Una rutina placentera
Practicar yoga. Hacer la plancha cada vez que entro al mar.
Me aburre
La crítica en redes sociales. Me desalienta ver el sarcasmo como herramienta para conseguir seguidores.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
El aceite de coco. La canela en el zapallo.
Una canción que aún me conmueve
Cualquiera de Sylvia Meyer
Un restaurante que nunca falla
Escaramuza. Hoy por hoy diría que «Escaramuza». Y “Lo de Jaime” en Solís.
Algo que cambiaría si pudiera
Mi tendencia a somatizar todo.
El valor humano que más admiro
El coraje.
Una última palabra
¡VAMOS!
Foto: El Observador TV