Gonzalo Frasca es Ph.D. en Videojuegos, Universidad IT de Copenhague, Dinamarca. Es Chief Design Officer de WeWantToKnow, estudio noruego creador de la serie de juegos DragonBox para aprender matemáticas. Es Catedrático de Videojuegos la Universidad ORT. Recibió un Lifetime Achievement Award de la Knight Foundation y un Distinguished Alumni Pioneer Award del Georgia Institute of Technology.
Un sabor de la infancia
Las tortugas de salame de la escuela.
Una manía confesable
Ir de vacaciones y no bajar a la playa. Las vacaciones son para estar a la sombra, en una hamaca paraguaya, leyendo y durmiendo siesta. La playa en temporada es un lugar espantoso, está llena de arena y de gente.
Un amuleto
Tengo un ombú que me cuida. Lo llevo a todos lados.
El último libro que leí
Wonderland, de Steven Johnson. Es una Historia de la tecnología no desde la economía sino desde el juego y el placer.
Una película que me marcó
Taking sides de Szabó, basada en obra de Ronald Harwood. Muy interesante y ambigua reflexión sobre la resistencia y convivencia con el fascismo.
Algo que evito
Ensayar demasiado mis conferencias. Primero porque suelo hacer cambios de último minuto al ver a la sala y al público y segundo, porque tiene que quedar al menos un espacio para el riesgo, para improvisar, para testear una idea nueva. De lo contrario no hay desafío y es aburrido.
Si pudiera volver a empezar sería
A nivel profesional, por suerte he podido ser y hacer las cosas que me he planteado. Eso se lo debo absolutamente a mis padres que me enseñaron con el ejemplo.
Un lugar para vivir
La infancia.
Un lugar para volver
Oaxaca.
Una materia pendiente
Tocar música. Aunque me estoy poniendo al día con el xilofón de mi hija.
Un acontecimiento que cambió mi vida
Ir a estudiar al exterior.
El escritor definitivo
Albert Camus; lo empecé a leer en la adolescencia y cada tanto lo releo. Clásico es lo que perdura.
Algo que jamás usaría
Azúcar en el té o en el café.
La última vez que pensé “tierra, trágame”
En Tennessee, cuando me metí por error en una feria de la National Rifle Association.
El lugar más feo del mundo
Una escuela que no desafía.
Una rutina placentera
El té verde, más específicamente el Genmaicha que es una mezcla con arroz tostado. Tradicionalmente era la bebida de los japoneses pobres, que lo cortaban con arroz pues no podían pagar el té puro. El arroz le da un sabor más dulzón, menos amargo. Es lo que más suelo bagayear de los viajes. Tomo un tazón mientras trabajo.
Me aburre
La gente que repite que Montevideo es una ciudad hermosísima.
Una extravagancia gastronómica que frecuento
Cada vez que puedo, el huitlacoche, que es un hongo negro, negrísimo que crece en el maíz. Todavía me queda una lata que traje de México.
Una canción que aún me conmueve
Para Carla Moriana, de Alfredo Zitarrosa.
Un restaurante que nunca falla
Santoral, en Atlántida.
Algo que cambiaría si pudiera
Haría que las multas (en principio las de tránsito pero puede aplicarse a cualquier otra) dejaran de ser fijas y fueran un porcentaje de los ingresos.
El valor humano que más admiro
La curiosidad.
Una última palabra
¡Patapúfate!