Laura Pouso es dramaturgista, productora artística, docente y traductora teatral. Licenciada y magíster en Artes del espectáculo en la Universidad de París X-Nanterre. Egresada de la EMAD. Su corazón se divide entre Montevideo y París, las dos ciudades en las que ha vivido y donde ha desarrollado su vocación : el teatro. Ha trabajado en prestigiosas instituciones públicas de ambos países y finalmente apostó por la independencia con sus riesgos y sus ventajas y hoy está al frente de Reverso, su propia productora. Desarrolla su otra gran pasión, enseñar, en la Universidad Ort.
Un sabor de la infancia
La tarta de tararira de mi vieja
Una manía confesable
Acumular objetos con valor sentimental
Un amuleto
Un prendedor en forma de sol de mi abuela Baba
El último libro que leí
El teatro y el miedo de Thomas Ostermeier
Una película que me marcó
La flor de mi secreto de Pedro Almodóvar
Algo que evito
El rencor
Si pudiera volver a empezar sería
Distinta, para probar otra cosa
Un lugar para vivir
Nueva Helvecia
Un lugar para volver
Nerja
Una materia pendiente
Viajar por América Latina
Un acontecimiento que cambió mi vida
El nacimiento de mi hija Clara
El escritor definitivo
Shakespeare
Algo que jamás usaría
Usaría todo siempre. Aunque algunas cosas no se las mostraría a nadie
La última vez que pensé “tierra, trágame”
No tengo ese tipo de pensamientos en general, por las dudas…
El lugar más feo del mundo
Debe haber sitios más feos pero yo no soporté Frankfurt
Una rutina placentera
Tomar té con limón y leer las crónicas de Marcos Ordoñez en El País de Madrid
Me aburre sobremanera
El fútbol. Y eso que he puesto lo mejor de mí para que me guste
Una extravagancia gastronómica que frecuento
La torta Cuarteto del Bar Bacacay
Una canción que aún me conmueve
La casa de al lado de Fernando Cabrera
Un restaurante que nunca falla
La casa de la abuela paterna de mi hija en La Rochelle/Francia atendido amorosamente por su dueña
Algo que cambiaría si pudiera
Que hubiese más sponsors para el teatro en Uruguay
El valor humano que más admiro
La lealtad
Una última palabra
humor